Parece una búsqueda descontrolada y sin límites por el cuerpo perfecto: delgada, alta, estilizada, piel impecable, nada de celulitis o flacidez. La mayoría de las mujeres está constantemente a dieta, haciendo gimnasia, evitando comer esto o aquello para ser de la forma que siempre quiso. Pero, ¿ese es realmente su deseo?
Según la psicóloga Kátia Lopis, eso sucede por una imposición de la sociedad y de los medios. “Ambos establecieron que existe un cuerpo ideal, un biotipo patrón, haciendo que quien no tuviera ese cuerpo se considerara alguien muy diferente. Estando dentro de ese patrón, la mujer puede ser aceptada, tener valor y ser tenida en cuenta en su posición, en fin, destacarse.”
Mientras tanto, queda claro que algunas no logran mantenerse a dieta o reeducarse en la alimentación. “Puede ser que internamente esa imposición de tener que seguir los patrones no sea algo realmente importante para ella. Pero cuando hay un desliz o no logra seguir lo que se dispuso a hacer, se culpa y se castiga, permaneciendo sin alimentarse por horas o lo hace radicalmente.”
En contramano a las dietas y las reglas impuestas, las “gorditas” pueden ser vistas como mujeres a las que no les importa la belleza o la salud. “En realidad, esas son mujeres asumidas internamente con su cuerpo, es decir, muchas veces ya intentaron hacer de todo para adelgazar y no llegaron al resultado deseado.”
Sin embargo, esa autoestima exacerbada puede traer consecuencias. “Esas mujeres con sobrepeso, para dejar de sufrir, se aceptaron y buscan cada día ser felices, sin que les llame la atención o sin ver más qué comen. Pero eso puede volverse un vicio incontrolable y desmedido”, destaca Kátia.
Por lo tanto, es importante encontrar un equilibrio entre la exageración y el cuidado del cuerpo. “Debe haber un equilibrio, pues la preocupación se produce a partir del momento en que su organismo, su parte biológica, no grita, que usted no está sufriendo con enfermedades que hasta pueden llevarla a un sufrimiento sin fin. La exageración es cuando sale de lo que es permitido para su cuerpo, hasta donde su organismo permite realmente que usted llegue.”
Para la psicóloga, es posible cuidar el cuerpo y la salud sin exagerar. “Es necesario mantener una alimentación saludable, actividad física regular al menos tres veces por semana, aunque sea una pequeña caminata, aceptar que nadie es igual al otro y tener amor propio incondicional”, finaliza Kátia.