El clima de principios del año generalmente es de mucha expectativa. En los últimos meses, las redes sociales están repletas de mensajes para que el año termine pronto, que el siguiente llegue, para que todo lo que no sucedió se haga realidad en el próximo año. Y así se inicia la planificación. Sin embargo, ¿es necesario esperar que comience un año para tener planes nuevos?
El año se compone de 12 meses, pero muchos no saben reorganizarse en medio del año. Algunos evitan grandes acontecimientos y cambios porque no les parece que es el mejor momento para eso. Pero no hay forma de paralizar la vida, es necesario siempre renovarse.
Una vez, una mujer escuchó el siguiente comentario en pleno mes de julio: “Vaya, ¡qué cambio radical de corte de cabello y no es principio de año!” Ella se sorprendió tanto con esa observación que no pudo responder a la altura, sino que pensó: “¿para cambiar es necesario estar a comienzos del año?”
Aproveche el comienzo del año para planear, poner en papel lo que desea y adónde quiere llegar, pero no se limite solo a eso. Es Dios quien sabe qué es mejor para usted.
“No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?
Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.” Mateo 6:31-34
Siendo así, en el año que comienza, viva cada día su mal, su bien y aprenda con cada situación que se presente. No se limite a ser feliz a su modo, ábrase para lo nuevo de Dios, que puede ser muy diferente de lo que se imagina, pero también mucho mejor.
Viva sin preocuparse, el 2013 está ahí, golpeando a la puerta y listo para ser usado. ¡Aproveche!