“Estoy casada hace 12 años y mi esposo me está exigiendo que le diga todo lo que hice en el pasado. No me siento bien contándole. Por favor, ¡ayúdeme!” – Amiga.
Respuesta:
Mi querida, preferiríamos que algunas cosas nunca hubieran sucedido, por eso no nos sentimos a gusto de contarlas. Es una manera de intentar olvidar lo que pasó; sin embargo, es obvio que su pasado aún está muy presente. La única manera de librarnos de algo es sacándolo. Si usted no se siente a gusto para abrirse con su esposo, pruebe abrirse con Dios primero. Cuéntele a Él todo lo que la está oprimiendo hace tantos años; verá que será mucho más fácil abrirse con su esposo. ¡Usted no tiene nada que perder, solo que ganar! ¡Dios está con usted!
Flávia Barcelos
(*) Flávia Barcelos es esposa de pastor y hace la Obra de Dios en Inglaterra. Respuesta retirada del blog de Cristiane Cardoso.
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