Saber aprovechar las dificultades impuestas por la vida no es una tarea para todos. Algunas personas, cuando se encuentran delante de las dificultades, solo saben quejarse, quejarse y quejarse. Tomar una actitud para cambiar la situación parece estar lejos de pensarse, al final es más fácil criticar que luchar para librarse de los problemas. Para andar a contramano de las situaciones difíciles no existe una edad, raza o color, y sí disposición para vencer.
Durante 7 años estuvo sentado en un banquito, encorvado delante de personas importantes, ciudadanos que juzgan y defienden. Dejar los zapatos brillantes no es un trabajo sencillo, exige esfuerzo y dedicación. Joaquim Pereira Filho, hoy con 24 años, no tiene vergüenza de su oficio de lustrabotas, que desempeña desde los 11 años.
A fin de cuentas, fue esa ocupación la que lo hizo levantar la cabeza y ver que podía avanzar mucho más de lo que imaginaba. Él pasó por dificultades, escuchó muchos “no”, incluso personas conocidas decían que él nunca lo lograría, pero ni siquiera eso le impidió perseguir su objetivo.
Después de lustrar zapatos de abogados, promotores y jueces cerca del Tribunal de Justicia de Goiás, el lustrabotas celebró su formación como bachiller en derecho en una facultad privada de Goiânia.
“Si la gente quiere tener éxito en la vida, tiene que someterse al riesgo”, resalta.
Y, ¿usted piensa que se detuvo ahí? Ni pensarlo, Joaquim sueña alto, quiere ser promotor de Justicia, y para eso continúa sin medir esfuerzos. Y el trabajo de lustrabotas lo sigue realizando, hasta pasar el examen del Consejo Federal de la Orden de los Abogados de Brasil (OAB), y entonces poder ejercer la profesión tan anhelada.
“Cuando comieres el trabajo de tus manos, bienaventurado serás, y te irá bien.” Salmos 128:2
Y usted, ¿logró llegar a donde quería?
Aún hay tiempo para luchar. Deje de mirar a las cosas que pasan y haga de las oportunidades pasos para llegar lo más alto posible. Esté atento, no deje que la vida pase y usted esté solamente vinculado a lo que el mundo puede ofrecerle y no a lo que usted puede hacer por el mundo.