No hay forma de olvidar completamente una mala experiencia, sin embargo, es posible aprender de ella. Es posible que un pasado traumático se vuelva ligero al punto no influenciar negativamente el presente.
Fue lo que sucedió con la maquilladora Marjory Silva, de 20 años. Desde su gestación, siempre hubo peleas entre su madre y su padre, y ese fue el escenario en que nació. Y las peleas continuaban. “Mi papá tenía una amante, mi madre lo descubrió y se indignó, por ese motivo, intento muchísimas veces matarlo. Mi hermano (un año más grande) y yo, crecimos viendo eso, presenciábamos esos intentos.”
Uno de los recuerdos que más marcaron a Marjory fue cuando su madre quiso hacerle daño a su padre con sus propios hijos. “Una vez, estábamos dentro del auto y ella amenazó a mi papá diciendo que si no volvía a casa, ella se mataría, a mi hermano y a mí también. Yo tenía 5 años y nunca me olvidé de eso.”
Pasaron algunos años en ese clima familiar tenso, el padre de Marjory fue a la Iglesia Universal, a través de una conocida. Más tarde, lo mismo sucedería con su madre. “Fue así que todo comenzó a cambiar. Sin embargo, a pesar de que estábamos en la iglesia, ese pasado, las vivencias violentas, me trajeron traumas. Con 8 años, comencé a tener depresión y solo logré curarme porque tuve toda la atención necesaria en la EBI (Escuela Bíblica Infantil), donde, siendo muy chica, hice propósitos para liberarme y no sentirme más triste de esa forma, porque ya me daba cuenta de que eso no era algo bueno para mí.”
Así, la familia de Marjory se levantó, sin embargo, fue necesario entender que necesitaban liberarse, la cura. “Hoy tengo todo eso como una lección para mi futuro, para que mi futura familia no pase por lo mismo que yo pasé. Yo tuve fe en Dios y logré atravesar por todo.”
Eso es lo que la psicóloga Débora Cristina de Macedo Jorge enfatiza al explicar cómo una persona puede librarse de un pasado traumático. “En primer lugar, ella tiene que querer ser libre de los traumas. Si fuere un trauma que vivió en familia, tiene que mirar para sí misma y reconocer sus propios valores y principios y tener eso como un foco en su vida. Es necesario reconocer con exactitud quién es usted y, a partir de ahí, buscar fuerzas para ir adelante.”
Débora dice que después de desear liberarse es necesario identificar sus deficiencias. “Saber lo que la hace estar paralizada, tener miedo, y tratar todo eso, buscando lo bueno que tiene en su interior. Porque, si no logra mirarse con buenos ojos, nunca va a creer que puede ser mejor que lo que siempre vio.”
Marjory es un ejemplo de que el pasado efectivamente puede no ser parte de su presente. El ayer puede ser dejado atrás. Así, el futuro será mejor, sin traumas, pero con grandes aprendizajes y obstáculos superados.
“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” 2 Corintios 5:17