Además de Brasil, países como Argentina, Venezuela, Uruguay, Paraguay, Inglaterra y Portugal, entre otros, ya recibieron la “Caravana del Rescate”, reunión dirigida a las personas que un día se apartaron de la presencia de Dios. El viernes 17 y el domingo 19 de mayo, fue el turno de Estados Unidos que recibió la visita del obispo Sérgio Correia, responsable de los obreros de la Iglesia Universal en todo el mundo.
El encuentro se dio en los Cenáculos de Nueva York y Los Ángeles. En este último, más de 2,3 mil personas estuvieron presentes. “Aquí, 170 se bautizaron en el momento y muchos apartados vinieron delante del altar para entregarse de verdad al Señor Jesús. Todo fue muy fuerte, gracias a Dios”, comentó el obispo Sérgio Correia.
Por donde la caravana pasa, rescata de las garras del mal a millones de personas que estaban incredulas, débiles por el pecado, incluso pensando que no tenían más el derecho de recibir el perdón divino. Expastores, exobreros, exmiembros, no importa el título, todos recibieron una nueva chance para recomenzar, teniendo como base principal el temor a Dios y la búsqueda del Espíritu Santo, el único capaz de ungirlos para que se vuelvan ganadores de almas en potencia.
Ana, contó que se dejó llevar por los problemas familiares y terminó saliendo de la iglesia. Sin embargo, al ser invitada para participar de la reunión en Nueva York, pudo ver cuánto tiempo perdió lejos de Dios. “Tuve problemas con mi madre y no lograba conseguir trabajo. Poco a poco estaba involucrándome con otros amigos y dejé de buscar a Dios. Pero, recibí una invitación para venir a la vigilia y, cansada de la tristeza que estaba en mi corazón, acepté. Ahora, gracias a Dios, a través de la oración y de la Palabra que escuché del obispo Sérgio Correia, me siento muy feliz de regresar a los brazos del Señor. Ahora veo que Dios es mi única felicidad”, comentó.
“En ese momento, mientras hacemos la reunión, hay millones de personas en el infierno concientes de que no hay más Salvación para ellas. Por eso, antes de que sea tarde, yo le pregunto: si esta fuera su última noche, ¿adónde va su alma?” Luego, el obispo llamó adelante del altar a los apartados que extrañaban el abrazo del Padre.
Los eventos le brindaron a quien no miró a nada ni a nadie, sino que tuvo el ímpetu de coraje para decidir regresar, avivamiento y perdón. En la página de la Iglesia Universal de Estados Unidos en Facebook, los participantes registraron la alegría del evento, con agradecimientos y desahogos.
“Gracias a Dios y también a los obispos que trajeron esta caravana a Los Ángeles. Fue una bendición para todas las áreas de nuestra vida”, agregó Carolina Vizcarra.
Mary Sparrapan consideró a la reunión como una “advertencia para todos y una oportunidad de vida. Una experiencia increíble”.