En el libro de Josué, la ciudad de Siclag, al sur de la antigua Judá, es citada como una de las localidades canaanitas tomadas por los hebreos cuando llegaron a la Tierra Prometida. Esta aparece en el texto tanto bajo el dominio de la tribu de Judá (Josué 15:31) como bajo el de Simeón (Josué 19:5). Algunos investigadores creen que las listas de ciudades dispuestas en Josué son de distintas épocas, lo que explica los cambios de las fronteras tribales.
En cambio en el libro de 1 Samuel, Siclag aparece bajo el dominio filisteo. David, representando a Judá, se alió con los filisteos contra Israel. De regreso de la campaña David y sus hombres encontraron la ciudad devastada y saqueada. Todos sus habitantes, entre ellos las esposas de David y de los filisteos, así como sus hijos, habían sido capturados.
Con 400 hombres, David no solo rescató a los cautivos de los amalecitas sino que recuperó lo que había sido saqueado de Siclag, además de apropiarse de las pertenencias del enemigo, como era costumbre en las guerras de la época.
Pocos días después, cuando David ya estaba de regreso en Siclag con sus aliados y sus familias, recibió la noticia de la muerte de Jonatán y Saúl en la batalla del Monte Gilboa. Aunque políticamente los combatiera, su tristeza no fue poca por perder a su gran amigo y al rey, por más que él lo haya perseguido ferozmente.
Varias localizaciones fueron sugeridas como la Siclag bíblica. Una de ellas era Tel Halif, sin embargo, las excavaciones revelaron indicios de la Edad de Bronce (Inicial y Tardío), pero no de la época de David. Berseba también fue señalada, pero la afirmación tampoco fue comprobada.
La mayoría de los investigadores del tema señalan, basándose en los hallazgos arqueológicos, que Tel Aviv como Siclag (según muestra el punto rojo en el mapa de Israel actual), a medio camino entre Berseba y Gaza.