Un sello de aproximadamente 1,5 mil años, con la imagen de una menorá – el candelabro de siete brazos usado en el Templo de Salomón – fue descubierto en los alrededores de la ciudad mediterránea de Acre, en Israel. El cuño de cerámica que dejaba una marca en relieve habría sido usado por un panificador local, cuyo comercio proveía panes kósher (o casher), apropiados para la alimentación, según los preceptos bíblicos seguidos por los judíos.
La pieza se remonta al período bizantino, de mediados del siglo 6, y fue encontrada en excavaciones iniciadas por la Autoridad de Antigüedades de Israel (IAA, sigla en inglés), en la localidad Horbat Uza, al este de Acre. El trabajo de los arqueólogos comenzó después del hallazgo, casual, durante las obras de un ferrocarril.
Según los arqueólogos Danny Syon y Gilad Jaffe, de la IAA, la menorá del Templo marcaba productos judíos, mientras que para los cristianos también era común tener la figura de la cruz, ambos bienes comunes en la Israel bizantina. Syon explica que es la primera vez que se encuentra un sello de ese tipo en una excavación controlada y profesional, lo que permitió determinar su procedencia y fecharla.
La importancia del sello es la de evidenciar la presencia de una comunidad judía en el período cristiano-bizantino en Uza, una región de innegable predominancia de cristianos en aquella época. Dada la cercanía con el gran centro urbano de Acre, los investigadores concluyeron que el poblado era una especie de centro de producción de sellos para los judíos de la ciudad portuaria.
El objeto tiene resquicios de letras griegas grabadas alrededor del círculo, con la figura de la menorá, aparentemente, con el nombre “Launtius” (muy común entre los judíos de la época), y también presente en otros sellos para panes que llegaron a las manos de la IAA, pero de esos no se conoció su procedencia ni pudieron ser fechados. Los arqueólogos especulan que “Launtius” respondería al nombre del panificador.