Si bien la referencia de la manipulación del hierro es antigua en la Biblia – como en Génesis 4:22 y referencias metafóricas sobre su cualidad de resistente en otros pasajes – y haya registros del uso del metal en el Egipto Antiguo y en el pueblo asirio, los hebreos no lo utilizaron mucho en los primeros tiempos del Antiguo Testamento. Tampoco se menciona el elemento entre el material usado para la construcción del Tabernáculo ni del Templo de Salomón.
Los filisteos eran los señores del arte de hacer herramientas y armas en hierro. El metal sustituyó al bronce en ese sentido, pues la aleación del estaño y cobre perdía el filo muy rápido en los objetos cortantes.
Las armas, escudos e incluso los carros y carrozas de guerra de los filisteos eran superiores a las de los judíos, ellos seguían utilizando equipamiento de la edad de Piedra y de Bronce. Además, por ser adversarios, los filisteos “boicoteaban” a Israel respecto al uso de la tecnología del hierro. Las herramientas de hierro eran muy caras y la venta de las armas de hierro, a Israel, estaban prohibidas. Los instrumentos de bronce también eran caros en relación al mantenimiento, eso lo aclara muy bien Samuel, en la época del reinado de Saúl:
“En toda la tierra de Israel no se hallaba herrero, porque los filisteos habían dicho: «Para que los hebreos no hagan espada o lanza.»
Por lo cual todos los de Israel tenían que acudir a los filisteos para afilar cada uno la reja de su arado, su azadón, su hacha o su hoz.
El precio era un pim por las rejas de arado y por los azadones, y la tercera parte de un siclo por afilar las hachas y por componer las aguijadas.
Así aconteció que en el día de la batalla ninguno de los del pueblo que estaban con Saúl y Jonatán tenía en sus manos una espada o una lanza, excepto Saúl y Jonatán, su hijo, que sí las tenían” 1 Samuel 13:19-22
Los indicios del dominio del hierro y otros hallazgos arqueológicos contradicen la noción que la tradición hizo acerca de los filisteos, lo cual es comprensible dada la enemistad entre ellos y los hebreos: se pensaba que los filisteos eran un pueblo sin cultura y prácticamente salvaje. Las referencias en la Biblia sobre el “hierro del norte” muestran a los objetos de hierro como algo “extranjero” para los hebreos (Jeremías 15:12).
Con el tiempo, la tecnología de manipulación del hierro se esparció por ser un elemento mucho más fácil de encontrar en la naturaleza, lo que no sucedía con el cobre y otros metales de uso común. El hierro es el cuarto elemento más abundante en la Tierra y llegó a ser detectado también en meteoritos. El uso del hierro fue tan significativo históricamente que marcó el nombre de un período conocido como Edad de Hierro, hace 3,5 mil años atrás.
“Y el cuarto reino será fuerte como el hierro; y como el hierro desmenuza y rompe todas las cosas, así él lo desmenuzará y lo quebrantará todo.” Daniel 2:40