En el Foro Económico Mundial, el pasado 21, cuando se presentó la 17° Encuesta Global Anual de CEO, que tiene como objetivo conocer sus opiniones sobre el futuro de la economía de cara al año que acabamos de empezar, en general, se muestran positivos, no obstante, esta vez la Argentina fue una de las peor calificadas en rubros como clima de negocios, expectativas, confianza y calidad de las instituciones.
Según la consultora PricewaterhouseCoopers solo uno de cada 10 CEO de empresas que están en el país dijo estar muy confiado sobre los ingresos de su firma en el corto plazo; el 12% dijo estar “nada confiado”. Esta última cifra se desplomó respecto del año anterior (había sido 26%).
El 90% de los CEO argentinos considera que las principales amenazas económicas para el crecimiento de sus empresas son la sobrerregulación, la respuesta del Gobierno al déficit fiscal y a la carga de la deuda y la volatilidad del tipo de cambio. Además, para los empresarios, los crecientes costos laborales y la corrupción (64%) son las principales amenazas del negocio para el crecimiento de la empresa.
Un 57% de los CEO respondió que había implementado una iniciativa de reducción de costos. En cuanto al rango de planificación de los negocios en el país, primó el corto plazo: 38% de los CEO en la Argentina contestó tres años, mientras 48% dijo que le gustaría que el rango sea de cinco años.
A pesar de la inestabilidad, José logró dar el salto y pasó de empleado a comerciante
José y Mónica enfrentaron varios problemas luego de una noticia que desestabilizó su economía. Su realidad pasó a ser otra desde que comenzaron a pagarle con cheques sin fondos.
“Mi vida estaba arruinada, económicamente estaba mal porque si bien era propietario de un camión y trabajaba para una buena empresa, cuando llegaba el momento de cobrar los cheques, no tenían fondos. Iba a hablar a la empresa y me decían que me iban a pagar, que los espere porque estaban mal.
Tuvimos que irnos a vivir de prestado porque no podíamos pagar el alquiler y pasamos necesidades. Todo estaba trabado. No había forma de salir.
Mi esposa había comenzado a venir a la Universal, un día vine, hablé con el pastor e hice según me orientó. Vendí el camión y empecé a trabajar de otras cosas, me independicé, pudimos comprar una propiedad y empezamos a cambiar vehículos. Siempre trabajando juntos conquistamos la casa propia, vehículos 0 kilómetro y ahora conquistamos un fondo de comercio. De ser empleado pasé a tener mi comercio propio, antes cambiaba autos por modelos de uno o dos años, ahora por autos O km.
Nuestra vida cambió rotundamente. Valió la pena la perseverancia y la fidelidad, no desanimamos delante de las luchas, perseveramos y alcanzamos la victoria. Lunes tras lunes, siempre estamos firmes porque con Dios vencemos”, afirma José.
[fotos foto=”Thinkstock – El Universal”]
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