Luego de extraerse sus dos senos el año pasado, en una cirugía llamada mastectomía, la actriz Angelina Jolie, de 38 años, anunció que será sometida a una nueva intervención para extraerse, esta vez, los ovarios. La artista descubrió que posee un defecto genético capaz de aumentar los riesgos de cáncer y, antes de tener el mismo problema, decidió prevenirlo. La medida es bastante radical, ¿pero será que la decisión es exagerada o una acción audaz y necesaria?
Angelina descubrió que posee una mutación en el gene BRCA1. Las mujeres que tienen defectos en los genes BRCA1 y BRCA2 tienen considerables chances de tener la enfermedad. En el caso de la actriz, la posibilidad de tener cáncer de mama era del 87%, pero pasó al 5% después de la mastectomía. En 2007, perdió a su madre, Marcheline Bertrand, que enfrentó una batalla de diez años contra el cáncer ovárico. La chance de Angelina de tener la misma enfermedad es del 50%.
El director del departamento de ginecología oncológica del hospital A. C. Camargo, Glauco Baiocchi Neto, explica que esa intervención necesita ser hecha por pacientes que tengan esas mutaciones genéticas. “En esos casos, la cirugía de reducción de riesgo debe ser hecha luego de los 40 años, pues las chances de tener la enfermedad son del 60% a lo largo de la vida. Es una cirugía mínimamente invasiva y puede ser hecha por laparoscopia.”
Las estadísticas de estimaciones más recientes de la American Cancer Society de Estados Unidos fueron las siguientes:
– Se prevé que se diagnosticaran 21550 casos en Estados Unidos.
– De ellos, 14600 causarían la muerte, es decir casi el 68%.
– Es el octavo cáncer más común en las mujeres, excluyendo el cáncer non-melanoma de piel.
– Según la American Cancer Society, en mujeres entre 35 y 74 años, el cáncer de ovario es la 5ta causa de cáncer mortal, siendo el más mortal de los relacionados con los órganos de reproducción de la mujer.
– El cáncer de ovario se produce en el 3% de las mujeres.
– Aproximadamente la mitad de las mujeres diagnosticadas con cáncer de ovario son mayores de 60 años.
– Es una enfermedad más común en mujeres de tez blanca que raza afro-americana.
– La tasa de incidencia del cáncer de ovario ha bajado lentamente en los últimos 20 años.
– Aproximadamente el 46% de las mujeres con esta enfermedad viven 5 años como máximo, luego de diagnóstico.
– Mujeres de menos de 65 años tienen una tasa de supervivencia 5 años mejor que mujeres mayores.
La decisión de realizar la cirugía, como en el caso de Angelina, debe ser tomada con las consciencia del impacto en la reducción de los riesgos, pero también en la calidad de vida. Sin los ovarios, la mujer dejará de producir la hormona estrógeno, lo que podrá causar una menopausia prematura. El acompañamiento médico será siempre indispensable.
El examen que descubre los defectos en el BRCA1 y en otros genes tiene un costo alto, pero empezó a tener cobertura obligatoria en los planes de salud en Brasil en enero de este año, por determinación de la Agencia Nacional de Salud (ANS)
El examen es prescrito para los pacientes que tienen historial de hermanas, madres o abuelas con casos de cáncer de mama u ovario. Para las demás mujeres, lo mejor a ser hecho es el acompañamiento médico frecuente, principalmente después de los 40 años. Para detectar la enfermedad, el médico pedirá exámenes de sangre específicos y una ultrasonografía. El examen preventivo, conocido como Papanicolaou, es capaz de detectar el cáncer de cuello del útero, pero no detecta el cáncer de ovario. Visite a su médico regularmente. Recuerde que cuidar la salud es el primer paso para mantener una vida plena y libre de enfermedades.
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