Aprender a convivir con la madre, el padre y otros familiares de la persona amada no siempre es una tarea sencilla, sin embargo es necesario. Hay que tener en cuenta que una nueva familia necesita un período de adaptación. Cada hombre y cada mujer trae consigo su propio equipaje y aprendizaje. Es natural que surjan diferencias en la construcción de la relación que pasará a tener sus propios hábitos y costumbres. Durante ese proceso es común que las familias quieran interferir y orientar a la pareja. Esa intromisión puede tener consecuencias negativas y, si usted no sabe lidiar con eso, podrán poner su relación en peligro.
Muchas suegras se toman atribuciones para indicarle a sus nueras acerca de la mejor manera de arreglar la casa y hacer las compras, además se entrometen en la educación de los hijos y exigen muchas cosas más. Ante esta situación lo mejor es aprender a desenvolverse sin ofenderla. Obviamente que esa postura generará conflictos, pero es necesario permanecer firme y no desistir.
Por eso, es necesario establecer límites y mostrar que son capaces de asumir el control de la relación. De manera educada y tranquila deje en claro a los parientes que usted y su pareja tienen capacidad para enfrentar los desafíos.
Otro consejo es evitar hablar demasiado de la vida de a dos. Al exponer sus problemas la pareja da lugar para que le den consejos, que no siempre serán los mejores ni los más adecuados. Saber preservar la relación es sinónimo de madurez.
No siempre los parientes que interfieren quieren el fin de la relación, pero deben entender que su participación es perjudicial. Deje en claro que comprende su preocupación, pero sea firme al decir que sabe tomar sus propias decisiones.
Si su suegra es inoportuna, dígaselo a su pareja con calma. Hable sobre lo que ha sucedido y diga como se siente. Si es su madre la que causa problemas, tenga una conversación sincera con ella y establezca los límites. El diálogo siempre es la mejor solución.
Ahora cuando la opinión de los familiares de su pareja está afectando el desarrollo de su relación puede deberse a que se cuenta todo lo que sucede, de ahí que surgen tantas peleas sin motivo. Por ese motivo es esencial conocer bien a su pareja para saber respetar las diferencias.
Si las intromisiones continúan incluso después de dialogar, de analizar lo que los incomoda y de imponer límites, quizás sea el momento adecuado de disminuir la convivencia con esos familiares.
“Por más apegado que sea a su familia de origen, necesita colocar a su esposa o a su marido en primer lugar cuando se casan. Si su compañero siente que su madre, su padre o los hijos están por encima de él o ella, eso podrá generar conflictos”, explican Renato y Cristiane Cardoso, autores del best seller Casamiento Blindado.
Es importante tratar a los familiares con educación y respeto. Sin embargo no se olvide que la persona que usted eligió para el resto de su vida es su prioridad. Por eso no mida esfuerzos para mantener la relación en armonía y libre de interferencias externas.
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