No todo el mundo logra mantener una relación a distancia, pero mucha gente asegura que sí puede funcionar.
La confianza es un requisito esencial, de hecho, en cualquier relación (a distancia o no), y es bueno reafirmar que el empeño para mantener la relación tiene que venir de ambas partes. La tecnología colabora para eso. Las redes sociales, las computadoras con cámaras, los chats… del occidente al oriente, hay recursos suficientes para los que optan por un noviazgo a distancia.
Pero claro que también hay inconvenientes, como el huso horario, por ejemplo, que puede ser un problemón para los “encuentros virtuales”. Y si el noviazgo no está tan fortalecido, con la distancia, termina perdiéndose.
Fue exactamente lo que le sucedió a la periodista J.G.P., de 36 años. Ella viva en Sydney, Australia, donde estudia hace casi 4 años. Antes de embarcarse hacia allí, vivía en la capital paulista y mantenía una relación de 6 años. Cuenta que, antes de partir, le dijo a su novio que se sintiera a gusto de terminar la relación, sin embargo, él optó por esperarla.
“No obstante, el mayor problema era el huso horario. Entre Brasil y Australia hay 11 horas de diferencia. Cuando iba a la escuela, a las 9 de la mañana, en Brasil eran las 8 de la noche del día anterior. Cuando la clase terminaba, a las 2 de la tarde, ya era la 1 de la mañana en Brasil. A causa de eso, nuestro contacto quedó bastante comprometido, y solo realmente sucedía en los fines de semana.”
Con la distancia, la relación se hizo insostenible. “El intercambio, que se terminaría en 6 meses, se extendió un poco más. En ese período, ya había notado que la distancia no había encendido la nostalgia y aún trajo consigo la certeza de que la relación no avanzaría. Peleábamos mucho, pues él se enojaba por la falta de tiempo para que mantengamos el contacto. Parece incomprensible, pero empezar una relación es fácil, terminarla es lo difícil. Pero un día, en una discusión más, el noviazgo llegó a su fin, después de 1 año en esa condición”, dice.
Ellos funcionaron
Por otra parte, en el caso de Adriano Almeida, de 34 años, y Luana Constantine, de 30, el noviazgo a distancia funcionó. Ellos se conocieron en una comunidad virtual de la Universal hace poco más de 4 años. Ella en Suiza y él en Brasil, en São Paulo. Las conversaciones continuaron por Skype e inmediatamente descubrieron que tenían muchas cosas en común.
“Durante 5 meses hicimos muchos propósitos, para que Dios nos bendiga, hasta que nos conocimos personalmente. Adriano fue hasta Suiza y allí mismo consagramos el noviazgo y nuestro compromiso. En nuestra opinión, para que un noviazgo funcione, independientemente de ser a distancia o no, es necesario actuar con inteligencia, evaluar el historial de la persona, ver cómo ella actúa con su familia. Aunque estábamos distantes, nos preocupamos por prestar atención en esos detalles en especial, por eso, hoy, somos muy felices”, afirma Luana, que se casó con Adriano. Actualmente, los dos viven en la ciudad de Caraguatatuba, en el litoral norte de São Paulo.
Hay una reunión especial llamada “Terapia del Amor“, que se realiza todos los jueves a las 16 y 20 hs., en la Universal de Av. Corrientes 4070 – Almagro.
[related_posts limit=”7”]