Hace poco más de cuatro años, el pastor Júlio da Silva, de 37 años, cuida el trabajo evangelístico de la Universal en Gana, país de África Occidental cuya capital es Acra. Sin embargo, cuando llegó al continente, hace 13 años, apenas lograba comunicarse en el idioma local (predominantemente el inglés y lenguas regionales).
Fueron seis meses de lucha constante para entender a las personas y hacerse entender. Pero no desistió: se calificó, aprendió el idioma en carácter de emergencia y comenzó a hacer las reuniones. Desde entonces, ha desarrollado el trabajo propuesto – que es el de llevar el Evangelio a todos los pueblos – con ahínco, cuidado, paciencia y, sobre todo, amor incondicional a los que sufren.
Gana posee alrededor de 25 millones de habitantes (según datos de la ONU del 2011), sufre con problemas socioeconómicos y con la extrema pobreza. Las principales religiones del país están relacionadas al cristianismo y al islamismo, posicionamientos confirmados por el pastor Júlio. Por eso, muchas veces él enfrenta la resistencia de las personas cuando, con los demás compañeros de misión, sale a las calles para evangelizar. “La mayoría nace en la iglesia, con una religión ya escogida”, agrega.
Trabajo Universal
La Universal llegó al país en 1996. La sede de la iglesia está situada en la región central de Acra y hay un trabajo especial que se realiza de lunes a viernes en la comunidad Teshie.
Según el pastor Júlio, la evangelización es intensa por todo el país. En Acra especialmente, donde se realiza una gran feria, una especie de shopping a cielo abierto, conocida como Adabraka Market, hay un trabajo diario de la Universal.
En este lugar, las personas vienen de lejos en búsqueda de mercaderías, muchas salen de otras ciudades y pasan días e incluso semanas en el lugar hasta vender todo lo que traen. Es allá que, según el pastor, se realiza una evangelización en masa de la Universal, que incluye hasta la instalación de una pantalla gigante en una de las calles, donde el movimiento de personas es intenso.
“Exhibimos películas cristianas e historias de transformación de vida. Todo para llamar la atención de quien necesita ayuda”, garantiza.
Los grupos también visitan comunidades carenciadas, hospitales, guarderías y hacen un trabajo de combate al cáncer y de concientización, llevando siempre una palabra de fe y esperanza, más allá de ayuda material de acuerdo con las necesidades de las personas.
Con todo este empeño y dedicación, miles ya se convirtieron al Señor Jesús y muchas fueron curadas de enfermedades, a ejemplo de Angela Damali. Cuando llegó a la Universal de Gana, estaba muy enferma, con problemas respiratorios y apenas conseguía respirar bien. “A causa de eso, no lograba dormir a la noche”, comenta.
En búsqueda de la cura, Angela fue a diversos lugares, pero no obtuvo resultados. Un día la invitaron a participar de una reunión de la Universal. Ella aceptó. “Allí me orientaron a usar la fe. Después de seis meses, ya estaba totalmente curada y pude ver un gran cambio en mi vida, que comenzó a avanzar. Hoy tengo paz y alegría. Le agradezco a Jesús por todo lo que ha hecho en mi vida”, finaliza.
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