El rey Salomón comenzó a edificar el Templo para Dios en el cuarto año de su reinado y, para eso, siguió el plan arquitectónico transmitido por su padre y rey antecesor, David. La construcción se basó en el Tabernáculo, cuyo modelo había sido transmitido por el Señor a Moisés siglos atrás, después de la salida del pueblo de Israel de Egipto.
La construcción del Templo tomó siete años, y el mobiliario y los artefactos también eran mucho más elaborados y en mayor cantidad, pues el Templo era una estructura permanente, mayor y más majestuosa. Vea, a continuación, algunos de los principales elementos y sus significados.
El Arca de la Alianza
El lazo fundamental entre Dios y los hombres. Después de estar muchos años guardada en el Tabernáculo, fue depositada en el Lugar Santísimo, el área más sublime e importante del Templo de Salomón. En ella Moisés puso las dos tablas de los Diez Mandamientos, una porción de maná y la vara de Aarón.
Cada vez falta menos para la inauguración del Templo de Salomón, una obra que marcará un antes y un después en la vida de aquellos que decidan viajar a San Pablo y conocerlo.
[related_posts limit=”9″]