“Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que tienes ahí a los que retienen la doctrina de Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer de cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación.” (Apocalipsis 2:14)
Balaam fue convocado por Balac para profetizar contra los hijos de Israel, pero ¿recuerda cuando Dios habló a través de un asno? (Números 22:28) Entonces, Balaam no podía profetizar contra Israel, pero usó un truco para instruirle a Balac sobre cómo destruir a los hijos de Israel, que era alcanzando su fe. Es la forma que el diablo usa para destruir la vida de las personas.
En la guerra contra el diablo, vale todo; usted tiene que armarse, fortalecerse. Necesita ejercitar su fe continuamente, el diablo no consigue vencer a una persona que está convencida de su fe. Cuando usted está en la certeza, su cuerpo se ilumina, nadie lo ve, pero el diablo lo ve y sabe que no puede tocarlo.
No podemos tener el mismo comportamiento que los incrédulos. Tiene que haber una distinción entre los que son de Dios y los que no lo son. El vencedor es el que se mantiene en la fe, porque la salvación ocurre de esa forma: fui salvo el día que tuve mi encuentro con Jesús y mantengo mi salvación hasta ahora. Pero solo seré salvo si permanezco fiel hasta la muerte.
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