Atanasia Bareiro experimentó durante quince años la amargura de ser infeliz en su vida sentimental, desde que comprendió que la fe era el medio para transformar su historia nada la detuvo y hoy disfruta de la familia que siempre soñó tener.
“A través de mis amigos llegué a consultar a una persona para que me tirara las cartas. Él me recomendó que comprara velas y sahumerios, así, inconscientemente, fui involucrándome con los espíritus y estos comenzaron a atormentarme durante la noche. Esto me daba miedo y al estar sola y lejos de mi familia tenía una vida triste y vacía. Estaba llena de odio y al no tener con quien compartir mi vida todo empeoraba. No tenía ganas de nada y me dolía todo el cuerpo.
Sufrí mucho hasta que un amigo me invitó a la Universal. Yo ya casi no creía en Dios, pero acepté la invitación y comencé a participar de las reuniones. Me orientaron y fue necesaria mucha perseverancia porque tenía muchas luchas y dificultades. Fui viendo cambios en mi vida y me liberé del tormento espiritual. Después Dios me bendijo con un hombre maravilloso con quien nos casamos. Él era el hombre que yo esperaba, se había cumplido el deseo de mi corazón, sin embargo no podía quedar embarazada y eso era lo que me faltaba para la felicidad completa. Entonces, decidimos participar de la Hoguera Santa para tener a nuestro hijo. Para los médicos era imposible, pero gracias a Dios pude tener a mi bebé. Hoy somos inmensamente felices”.
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