En la vida en pareja hay dificultades con las cuales es necesario lidiar todos los días para que no se transformen en conflictos que deterioren la relación. La falta de comunicación entre el hombre y la mujer es un problema serio que requiere atención de los dos. “Es un mal del ser humano, sin embargo, eso no es una excusa para no mejorar. Muchas cosas en su vida pueden cambiar si usted mejora su comunicación con el otro”, aconseja el obispo Renato Cardoso.
Otros consejos infalibles
El psicólogo norteamericano Mark Goulston da otras recomendaciones de hábitos de parejas que viven felices. Según el especialista, hombres y mujeres que son felices en la relación actúan de manera diferente.
Vaya a la cama junto con su pareja. Termine con la rutina de ir a dormir en distintos momentos. Cultive intereses comunes. Comiencen a desarrollar actividades juntos para permanecer unidos. Al mismo tiempo, no se olvide de cultivar intereses propios, eso va a volver la relación interesante. Caminen tomados de la mano o uno al lado del otro. Las parejas felices saben que es muy importante estar junto a su compañero. Confíe y perdone. Peleas y malos entendidos son cosas comunes. Concéntrese en lo que su pareja hace bien. Acentúe el lado positivo y deje de mirar solo las cosas que su pareja hace mal. Siempre abrácense y bésense cuando se encuentren. Diga “yo te amo” y “que tengas un buen día” todas las mañanas. Es la mejor manera de aliviar los disgustos a lo largo del día.
Llame a casa o al trabajo para ver cómo está transcurriendo el día de su pareja. Esa es una forma de estar más en sintonía cuando llegue a casa. Diga, “buenas noches”, independientemente de como usted se sienta. Eso le dice a su pareja que usted piensa en la relación por encima de todo. Siéntase orgulloso de ser visto con su pareja, eso demuestra que se pertenecen el uno al otro.
La felicidad conyugal se construye
Julieta y Leonardo hoy son un matrimonio bendecido y feliz, pero su historia personal no era de alegrías y conquistas, fue necesario que pusieran en práctica lo que les enseñaron para hacer realidad sus sueños. Ella desde pequeña vivenció la violencia en su familia, por eso, formar su familia era un sueño lejano e imposible. “No creía que un día podría formar una familia, pensaba que era imposible para mí”. Cuando recibió una invitación para participar de las reuniones de la Universal, de a poco fue aprendiendo a vencer esos traumas, Dios la liberó de todo lo que la atormentaba y comenzó a creer que sus sueños se harían realidad.
Por su parte Leonardo tenía problemas en las áreas espiritual, económica y sentimental, pero después de entregarse a Dios y usar su fe en la Hoguera Santa todo fue transformado. Su interior cambió y sus caminos empezaron a abrirse. Julieta y Leonardo se conocieron y buscaron la bendición de Dios para formar una familia feliz, como resultado hoy viven felices, unidos y prosperados. “Mi sueño se hizo realidad”, afirma ella.
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