Gladis Cabral sufrió por muchos años porque en su familia había vicios, nerviosismo y también enfrentaban problemas económicos. Esta situación hacía que con su esposo fueran como dos desconocidos viviendo bajo el mismo techo. “Como yo no había podido superar un problema de mi infancia vivía nerviosa y comencé a fumar por esa razón. Por otro lado, mis hijos estaban con amistades que no les aportaban nada bueno y uno se había involucrado con los vicios. Pero todo empeoró cuando mi esposo se quedó sin trabajo.
De un día para otro nuestra vida económica se destruyó y nuestra relación empeoró aún más”, cuenta.
La crisis matrimonial se agravó por las dificultades económicas que pasaban, parecía que no había una salida. “Recuerdo que teníamos que juntar cartón y botellas para poder obtener dinero para alimentarnos, eso causaba muchas peleas, situación que nos llevó al borde de la separación”, agrega.
Gladis en esos momentos conoció la iglesia a través de la programación de televisión y comenzó a participar de las reuniones. “Iba los domingos y pedía por mi familia, así, todo fue cambiando de a poco. Usando mi fe logré que mi familia fuera restaurada, mis hijos están libres de los vicios y mi matrimonio es una bendición. Nuestra economía también cambió, no nos falta nada y tenemos el proyecto de abrir nuestro propio negocio. Hoy puedo afirmar que somos felices y tenemos una vida diferente”.
Ellos concurren a la Universal de Burzaco en Dr. Alsina 798
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