Uno de los jugadores más talentoso que ha tenido el fútbol mundial, Paul Gascoigne, figura destacada del fútbol inglés, como tantos otros, lamentablemente, ha tenido frecuentes problemas con el alcohol y las drogas, cosa que se profundizó aún más con su retiro del mundo del balónpie. Actualmente atraviesa uno de los peores momentos de su vida, su adicción es muy fuerte y protagoniza hechos vergonzosos debido a su condición.
Durante su carrera profesional Paul llegó a alcanzar la categoría de estrella y fue considerado uno de los mejores futbolistas del mundo. Equipos como el Newcastle, el Tottenham, la Lazio, el Everton y la selección de Inglaterra fueron testigos del mejor fútbol de uno de los jugadores más destacados de la década de los 90.
Pero el exfutbolista nunca se cuidó y su adicción a la cerveza, al alcohol en general y a la droga estuvo presente durante toda su carrera. Cuando decidió poner fin a su etapa como jugador profesional, sus adiciones hicieron estragos en su economía y comenzó a perder todo lo que había ganado en esos años.
Paul se internó en diferentes centros de recuperación para intentar vencer estas enfermedades que lo estaban arruinando, sin embargo, en ningún caso obtuvo resultados. Siempre reincide y lo más triste es que en estos últimos meses fue noticia en varias oportunidades por su estado al recibir la notificación de desalojo de su vivienda y por volcar un carro de golf al manejar luego de tomar varias cervezas.
Los periódicos The Sun y Daily Mirror informaron que ingresó al hospital luego de ser hallado en total estado de ebriedad abrazado a una botella de vodka. Un amigo, el entrenador Harry Redknapp, declaró: “Gazza tiene un corazón de oro, es una persona increíble. Me da mucha pena verlo así, pero honestamente, la única persona que puede ayudarlo en este momento es él mismo”.
El querer es fundamental, es el primer paso hacia la salida, querer es poder, la clave es avanzar paso a paso. Infinidad de adictos necesitan reaccionar ante su situación, Paul también.
“Optaba por no comer para fumar y tomar”
Raúl Samañego vivió una vida de excesos hasta que su salud fue seriamente afectada. “Desde los nueve años me relacioné con malas amistades y durante muchos años permanecí en los vicios. Gastaba todo lo que ganaba en alcohol y cigarrillos. Llegué a fumar varios paquetes de cigarrillos por día y a emborracharme. Mis pulmones empezaron a estar mal y me volví agresivo, vivía nervioso y no podía dormir”, cuenta Raúl.
Su hermana lo invitó a la Universal pero él solo se acercó después de un accidente en el que lo chocó una camioneta y tuvo que permanecer internado en terapia intensiva por un mes.
“Cuando salí de terapia estaba mal, no podía hablar ni movilizarme. Acepté la invitación de mi hermana y participé de las reuniones con fe, así pude dejar el bastón y me recuperé completamente.
Me liberé del nerviosismo y de las adicciones. Estoy libre de los vicios y mi salud está bien, no me arrepiento de haber buscado a Dios”, afirma.
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