Hay situaciones que ninguna mujer quiere vivir, pero cuando se encuentra con ellas, cede y acepta continuar con la misma persona. La tendencia a minimizar los errores por el simple hecho de que se siente atraída por el otro, hacen que decida ignorar lo que sucede.
Lo que no se cuestiona es ¿cuál es el sentido de continuar en una relación en la que el compañero no demuestra ningún tipo de respeto y consideración?
Según el autor de Matrimonio Blindado, Renato Cardoso, principalmente son las mujeres quienes están viviendo este tipo de relacionamientos abusivos todos los días. “Lo que más llama la atención no es la maldad del agresor, sino la complicidad de la víctima. Es algo enfermizo porque parece que ella no logra ver que se convirtió en una esclava del abusador”, aclara.
Para la psicóloga Marisa de Abreu, algunos factores pueden llevar a una mujer a mantenerse en una relación abusiva. “El miedo a la soledad, el miedo a la pareja, el miedo de quedarse sola, la sensación de incapacidad de administrar la propia vida y la carencia afectiva. Esta última hace que la persona acepte migajas afectivas y se sujete a constantes momentos de agresión verbal, emocional o físico por parte del compañero abusivo”, explica.
Con miedo de quedarse sola
Algunas mujeres piensan que solas jamás serán felices, por eso, buscan estar con alguien, así van generando una dependencia. Lejos del otro se sienten mal, como si otra persona podría quitarles a su pareja. Entonces, van sofocando a la pareja y se sienten inferiores en comparación con otras mujeres. El mayor peligro es involucrarse en una relación sin ser correspondida porque se prefiere la poca atención que se obtiene antes que estar sin él.
En su blog, Cristiane Cardoso explica que esa carencia puede saturar una relación. “Las peleas constantes porque él no hace esto o aquello disminuyen las chances de que él haga lo que usted le pide. Admiración y amor no deberían ser exigidos, requeridos o esperados. Esos sentimientos tiene valor si son espontáneos.
Para solucionar esa carencia haga de cuenta que usted no necesita cuidados extras, valórese, no implore que las personas la valoren y, por encima de todo, use su fe. Las personas pueden no darle el valor que usted merece, pero para Dios usted tiene un valor enorme”, afirma.
Huya de la inseguridad
• Guste de usted misma
• Enfóquese en sus cualidades
• Sea más comprensiva con las personas
• Exija menos
• Vuélvase una persona que los otros extrañen si no está cerca
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