A las 23.30, el pastor Ronaldo, encargado de los obreros en Argentina, dio inicio a la Vigilia del Pacto, en la que miles de obreros de toda la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano Bonaerense buscaron renovar su comunión con Dios en una noche muy especial.
La reunión comenzó con una búsqueda, en la que el pastor invitó a todos los que estaban sedientos del Espíritu Santo a acercarse al Altar para saciar su sed espiritual.
A continuación, el pastor Ronaldo predicó basado en el versículo de Romanos 8:28, “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a Su propósito son llamados.”. Así, invitó a los obreros a observar una foto de una cantera y otra de la fachada del Templo de Salomón, y explicó: “En la cantera se obtuvieron las piedras, en un proceso muy trabajoso. Después, fueron cortadas y, cuando llegaron a la obra, se encastraron sin esfuerzo ni herramientas, ni cemento, porque eran piedras perfectas.
La cantera es un lugar de formación que simboliza los momentos difíciles. Todos nosotros, en algún momento de nuestro ministerio, pasamos por situaciones duras, en las que nos preguntamos si nacimos o no de Dios, porque estamos rodeados de problemas.
Usted no tiene que dudar, porque si está en la cantera es porque Dios tiene algo muy grande preparado para usted. El Espíritu Santo está formando su carácter, su paciencia”, afirmó, para luego aconsejar: “Tal vez usted también está en una cantera y debe aprender algo de sus problemas. En vez de desanimarse y dudar de su ministerio, aprenda. Todos los momentos nos ayudan, tanto los buenos como los malos, que nos enseñan a confiar, a usar la fe, a tener paciencia, a vivir en la dependencia de Dios”.
Luego, invitó a los que estaban pasando por un momento difícil a acercarse al Altar para buscar a Dios: “No se queje ni se desanime, si no soporta el momento malo, corra hacia los pies de Jesús, porque Dios está con usted. Hable con el Señor Jesús, corra hacia Él y descanse”, indicó el pastor.
Luego, de la búsqueda, los obreros pasaron por el Altar para renovar su pacto con Dios y, finalmente, el pastor Ángel bendijo a los matrimonios y también a los solteros.
Fue una madrugada de renovación para los siervos de Dios, que regresaron a sus hogares fortalecidos por el Espíritu Santo.
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