Vamos a hablar sobre su costumbre de dejar todo para después, principalmente las tareas más desagradables. Antes de ir al banco o comenzar la caminata indicada por el médico, por ejemplo, usted hace zapping en la TV buscando una buena película, chequea las redes sociales, abre la heladera y no encuentra algo que pueda comer, mira por la ventana, ve cómo va la tabla del campeonato, vuelve a chequear las redes sociales, abre la heladera de nuevo…
La lista es larga, usted lo sabe bien. Y, en cuanto más la posponga, más aquella voz en su cabeza insistirá en cobrarse la tarea que debe ser hecha, y más insatisfecho estará por tener que realizarla.
¿Conoce ese hábito? ¿No formalmente? Entonces, yo se lo presento con mucho placer: la procrastinación (pereza para los más íntimos). Es ella la que siempre repite en su oído: “¿Por qué tengo que hacerlo ahora ya que si lo hiciese después no habrá diferencia?”
Un estudio reciente mostró que un alto porcentaje de personas postergan actividades en su vida cotidiana. La Triad Productivity Solutions, investigó que la principal causa de la postergación de las tareas es internet, con el 62, 3% de los votos.
Dejar todo para el último momento es una costumbre muy común del ser humano. ¿Y cómo puede usted liderar su casa basado en la improvisación? ¿Cómo exigir que su hijo estudie si su principal ejemplo posterga tareas importantes? ¿Cómo exigirle a su empleado, si usted que es su jefe, no cumple con los plazos?
Pocos se dan cuenta, pero evitar la actividad la vuelve aún peor. Posponer hace que usted tenga que lidiar con el estrés de la obligación por más tiempo, la ansiedad, la preocupación y, por supuesto, no hay ninguna evolución.
Si tiene dificultad en motivarse, planeé su día a día y establezca fechas para su actividad. Si cree que es aburrido, busque un buen compañero para conversar, y convierta la obligación en un poco más agradable.
La mala noticia es: si la pereza vive con usted, tendrá que expulsarla de la casa. La buena noticia es que la libertad y la sensación del deber cumplido ¡son compañías mucho mejores!
Consejo de bienestar:
Tan importante como la alimentación es la hidratación. Durante el ejercicio físico, los músculos elevan considerablemente la temperatura del cuerpo y aumentan la transpiración. Como el organismo no tiene condiciones para almacenar agua, la reposición es esencial. Esto evitará el cansancio físico y mental, perjuicio en el desempeño físico y calambres.
Unas dos o tres horas antes del ejercicio físico, es recomendable beber entre 400 y 600 ml de líquidos. Durante la actividad, a cada 15 o 20 minutos, es fundamental beber entre 150 y 350 ml de agua.
Hoy es jueves
Con el 68% de los votos, el ejercicio físico es la actividad que las personas más postergan, y son los que realmente necesitan ejercitarse. Por eso, le recomendamos el desafío 11, que el escritor Renato Cardoso publicó en su página InteliMen.com: practicar ejercicios físicos tres veces por semana, aunque sea en casa.
Si usted aún no practica ejercicios, busque a un profesional de educación física para que lo oriente para que esto sea más sencillo.
Pero si ya los practica, incentive a alguien a hacer lo mismo. La semana tiene 168 horas, ¿Usted sería capaz de utilizar solo tres de ellas?
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