Los discípulos, juntamente con una gran multitud, siguen al Señor Jesús hasta la salida de la ciudad de Jericó.
Al borde de la entrada, un mendigo ciego, percibiendo el movimiento, pregunta el porqué de esto y le responden que Jesús estaba pasando.
Rápidamente el ciego se levanta en un salto y grita: “¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!” Las personas lo empujan, le dicen que se calle, pero el ciego insiste en llamar a Jesús.
El Mesías, interrumpiendo Su caminata, mira hacia atrás y pide que Le traigan al ciego, y le pregunta: “¿Qué quieres que te haga?” A lo que el ciego responde: “Maestro, que recobre la vista.”
Y tocando los ojos del ciego, el Señor Jesús le dice: “Vete, tu fe te ha salvado.” Feliz, porque ahora podía ver, el ciego sigue al Salvador por la calle. Y los que vieron el milagro, alabaron a Dios.
La promesa de la cura
La Biblia registra innumerables casos de personas que sufrían con diversos tipos de enfermedades en los tiempos del Señor Jesús. En los días de hoy, este cuadro no es diferente. Sin embargo, no tenemos la presencia física del Salvador entre nosotros, pero Él, permanece en la vida de Sus hijos y Su Palabra se mantiene viva.
Si usted está enfrentando alguna enfermedad o tiene un familiar enfermo, vea a continuación 3 promesas de cura determinadas por el Señor y tome posesión de su bendición:
- 1-Nada es imposible para Dios:
“Y mirándolos Jesús, les dijo: Para los hombres esto es imposible; mas para Dios todo es posible.” (Mateo 19:26).
Aunque los médicos digan lo contrario, ninguna enfermedad es incurable a los ojos del Señor. De la misma manera como sucedió con el ciego en Jericó, basta que tengamos fe para que seamos curados.
- 2-Jesús llevó con Él todas las enfermedades en la cruz:
“Ciertamente llevó Él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores…” (Isaías 53:4).
A través de Su sacrificio en la cruz, el Señor Jesús determinó la cura de toda y cualquier enfermedad que afecte a la vida de Sus hijos.
- 3-Dios promete traer salud:
“He aquí que Yo les traeré sanidad y medicina; y los curaré, y les revelaré abundancia de paz y de verdad.” (Jeremías 33:6).
Dios es el refugio de Sus hijos, en Él es posible encontrar la paz y la seguridad incluso contra las enfermedades.
Sepa dónde encontrar la Presencia de Dios
Si usted desea aprender a usar su fe para alcanzar la cura de alguna enfermedad y conocer al Dios que realiza lo imposible, participe todos los viernes de la Hora del Milagro, en una Universal más cercana a su domicilio. Encuentre la dirección ingresando en: www.universal.org/direcciones/. El horario de la reunión puede variar de una iglesia a otra.
(*) Marcos 10:46-52.
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