Miles de sudaneses del sur salieron a las calles en un estallido de júbilo para celebrar la independencia cantando, bailando con banderas y tocando las bocinas de sus vehículos.
Después de 56 años de conflicto entre Norte y Sur, Sudán del Sur declararó su independencia el 9 de julio pasado, convirtiéndose en el país más joven del mundo.
El presidente del Parlamento, James Wani Igga, lee la declaración de independencia y la bandera de un nuevo Estado comienza a izarse. Nace la República de Sudán del Sur. “Nosotros, los representantes del pueblo democráticamente electos, declaramos a Sudán del Sur un Estado soberano e independiente“, afirmó James Igga durante la lectura. Es el último paso de un acuerdo de paz firmado en 2005 para poner fin a décadas de conflicto entre el norte y el sur.
El acto oficial ha tenido lugar en Juba, la reciente capital nacional, durante una ceremonia a la que han acudido ochenta delegaciones extranjeras y una treintena de jefes de Estado. En ella, el líder del Movimiento Popular de Liberación de Sudán, Salva Kiir Mayardit ha jurado como presidente de la nueva República del Sur de Sudán. “Yo, general Salva Kiir Mayardit, juro por Dios todopoderoso que como presidente seré fiel a la República de Sudán del Sur“, dijo el presidente del nuevo Estado, el número 193 de la ONU.
Kiir apuntó que entre sus tareas estarán “fortalecer el desarrollo, preservar la Constitución, cumplir la ley, proteger y fortalecer la unidad del pueblo, consolidar el sistema democrático descentralizado y la honestidad y la dignidad del pueblo“. Antes de prestar juramento, descubrió una estatua de John Garang, el héroe nacional de los sudaneses del sur muerto en un accidente de helicóptero en julio de 2005, y firmó el decreto de promulgación de la nueva Constitución provisional del Sur de Sudán, que sustituirá la carta magna provisional que ha estado vigente en este territorio y en Sudán.
Además de Salva Kiir, en el acto también han intervenido el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, quien ha dado la bienvenida de la comunidad internacional a la recién nacida República. “Saludo al pueblo de Sudán del Sur en esta ocasión histórica y le deseo prosperidad y estabilidad en el futuro al país más nuevo del mundo. Es un momento histórico“, dijo.
Las reacciones no se hicieron esperar. Desde Barack Obama, la canciller alemana, Angela Merkel, el Ministro de Asuntos Exteriores de China, Hong Lei hasta el ministro egipcio de Asuntos Exteriores, Mohamed al Orabi,todos dieron la bienvenida a este nuevo estado que surge con una característica llamativa y muy destacable para la región: su asunción y jura la estableció sobre valores cristianos.
El norte y el sur mantuvieron décadas de guerra con millones de muertos y desplazados por las diferencias políticas y sociales. El territorio norte es musulmán y en gran parte árabe, mientras que el territorio del sur, ahora independiente, se define como africano y cristiano.
A pesar de la barbarie que soportó la región sur, hoy festeja las infructíferas amenazas del Presidente de Sudán quien anticipaba en diciembre del 2010, que la religión oficial sería el Islam.
En cuanto al desarrollo, Sudán del Sur será el primer país que tendrá cooperación conjunta de Unión Europea. Es importante saber que Sudán del Sur es un país rico, con enormes recursos pero empobrecido por los conflictos; esta nueva nación nace con uno de los índices de desarrollo más bajos del planeta. El 90 % de los ciudadanos viven bajo el umbral de la pobreza.
Las guerras han provocado que solo el 4 % de la tierra pueda ser actualmente cultivada, en un país donde el 78 % de la población depende de la agricultura y la ganadería.
“Hemos esperado 56 años y este es un sueño hecho realidad” aseguró el presidente del Sudán del Sur, Salva Kiir Mayardit, en dicho acto.