Pasar un fin de semana en un hotel con su cónyuge generalmente es algo agradable, sea porque va a disfrutar algunos días de romance, porque va a usar el tiempo para visitar parientes y amigos, o incluso porque incluirá a su pareja en momentos disponibles después del trabajo. Pero una novedad inusitada va más allá de cualquiera de estos motivos. Desde septiembre, está funcionando en Estados Unidos el “hotel del divorcio”. La propuesta es que la pareja haga el check-in el viernes y que pase el fin de semana con abogados. El domingo, al hacer el check-out, ya está divorciado. Este servicio existe en Holanda hace por lo menos tres años.
¿Se asustó? No es para tanto. La psicóloga Marisa de Abreu explica que hoy las personas ya se casan con la separación guardada como “as bajo la manga” y no entienden que toda relación exige dedicación. “No sé si la cultura del mínimo esfuerzo impera, pero deberíamos saber que todo lo que vale la pena da trabajo, que tiene que ser cultivado todos los días y que cuando surgen problemas hay muchas otras formas de lidiar con él que simplemente librarse del matrimonio”, afirma la especialista.
Partiendo de la constatación de que la separación está banalizada y de que los números de divorcios aumentan en el país cada mes, Renato y Cristiane Cardoso han abordado en sus conferencias la importancia de luchar contra las dificultades y, principalmente, de que cada uno reconozca sus propios errores dentro de una relación. “Las personas tienen siempre una justificación para sus fallas, generalmente culpan a su pareja. Así, los problemas dividen a la pareja y pueden traer la separación”, explicó Renato en el evento “Dos contra Uno”, realizado en el Templo de Salomón, el último 16 de octubre.
Durante el encuentro, los conductores del programa The Love School aconsejaron a las parejas a unirse para enfrentar las dificultades y así evitar el sufrimiento en la vida amorosa.
Luche para resolver su problema amoroso
Sergio Ricardo Hernandes, cobrador, de 48 años, y Natalina Hernandes, de 46 años, asistente administrativa, parecían vivir un matrimonio feliz y armonioso a los ojos de las personas. Pero, en realidad, era una relación solo de apariencias. Cuando estaban a solas, las peleas y los desentendimientos protagonizaban una historia de mucha tristeza.
“No había diálogo, parecíamos dos extraños en la misma casa”, cuenta Natalina. Recuerda también que, cuando pensó que la situación no podría empeorar más, Sergio la traicionó. “Cuando descubrí que había salido con otra mujer, decidí divorciarme”, cuenta la asistente administrativa.
En medio a ese torbellino de problemas, el hijo de la pareja, Diego Ricardo, de 13 años en esa época, convivía con las discordias y tuvo su adolescencia perjudicada por ellas. “Diego sufrió mucho, principalmente cuando presenció cuando su padre se fue de su casa. Fue muy doloroso”, recuerda Natalina.
Después de la relación extraconyugal y de haber expulsado a su marido de su casa, ella entró en una crisis que parecía no tener fin. “Estaba muy enojada. Dormía solo a base de calmantes. Perdí mi autoestima y mi rendimiento en el trabajo disminuyó mucho”, cuenta Natalina.
Sergio dice que, al principio, fue un alivio haberse ido de su casa. “No tenía fuerzas para volver. Cada vez que visitaba a mi hijo, la veía llorando, con el rostro hinchado y con ojeras, y eso me hacía querer estar aún más lejos”, declara el cobrador.
Es necesario dedicarse para vencer
Natalina dijo que pensó incluso en matarlo, pero, en el ápice de la bronca, supo de la existencia de la “Terapia del Amor”. “Comencé a participar de las conferencias y, finalmente, aprendí a actuar con la inteligencia y no con los sentimientos”, revela.
De esta forma, descubrió la clave para su recuperación: la fe inteligente. Para volverse a levantar, la asistente administrativa tuvo que cambiar su postura y descubrir su valor. “Decidí cuidarme y, después, luchar por mi matrimonio, pues no aceptaba el fin”, afirma.
Después de algunos meses, Sergio notó la diferencia en su esposa y, en vez de firmar los papeles de divorcio, recomenzaron el matrimonio de una nueva forma. “Ella estaba fuerte y decidida. Eso me hizo ver cuán importante era mi esposa en mi vida. Decidí participar con ella en la Terapia del Amor”, relata Sergio.
Hace cinco años, ellos descubrieron el verdadero significado de la palabra amor y encontraron la armonía, el diálogo y la comprensión. “Cuando estoy en el trabajo no veo la hora de volver a casa para verla. Le agradezco por haberme perdonado y por haberme aceptado de vuelta”, sonríe el esposo, hoy más enamorado que nunca. “Estamos unidos para enfrentar cualquier problema”, completa Natalina.
Rompa su prejuicio e invierta en su vida amorosa
Mientras que cada persona, a pesar de que esté casada, piense solamente en sí misma, en los cursos de perfeccionamiento y en el dinero, y se olvide del matrimonio, él y todas las áreas de su vida estarán destinados al fracaso. Por eso, Renato y Cristiane afirman que es necesario unirse y el divorcio no es la solución. Es necesario reconocer, priorizar e invertir en la felicidad.
¿Quiere aprender cómo tener una relación saludable, pautado en lo que dice la Palabra de Dios? Participe de la Terapia del Amor, los días jueves a las 16 y 20 hs, en Av. Corrientes 4070 – Almagro.
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