Él es, fue antes, incluso de Él mismo, siguió siendo y aún será cuando todos nosotros dejemos de existir. Estando o no presente físicamente en este mundo, movió a millones de personas a actuar y a pensar de una forma que nadie más podría haberlo hecho. Definió el futuro de muchos pueblos incluso antes de nacer y, miles de años después de esto, Él todavía tiene la capacidad de guiarnos.
Jesús, criado en la ciudad de Nazaret – llamado “Cristo”, porque en griego, este título quiere decir “Ungido”, también llamado “Mesías”, traducción al hebreo de la palabra griega. Ungido por presentarse limpio al mundo, puro a los hombres, redentor para los que carecían de redención.
Cuando aún era una promesa, hizo que el pueblo tuviese esperanza y les dio fuerzas a los que luchaban por la supervivencia, como Jacob en los momentos difíciles y Moisés en el Egipto. Incluso a los profetas que deberían subyugar al pueblo que Lo esperaban, afirmaban Su majestad, como Balaam, en Números 24:17 “…Saldrá ESTRELLA de Jacob, y se levantará cetro de Israel…”
Fue la promesa de que un rey estaba por venir lo que motivó a Israel a rebelarse contra Egipto, lo que hizo que Josué venciera la batalla en Jericó y lo que animó a Juan el Bautista a salir por las calles predicando la venida de Quien estaría listo para librar al mundo de todos los pecados. Aún antes de nacer en la Tierra, Jesús ya guiaba a Su pueblo.
Más cerca de nosotros
Cuando Él nació los tiempos eran difíciles, el pueblo era subyugado de un lado por el gobierno opresor, y del otro, por quien debería representar a Dios en la Tierra. Envueltos en codicia y vanidad, los líderes religiosos buscaban cada vez más el poder y cada vez menos seguir los mandamientos proclamados por Moisés. El pueblo estaba distante de Dios.
La inteligencia y la benevolencia de un simple Hombre llamaron la atención. Primero de a poco, luego arrastrando a multitudes. Él hablaba con la elocuencia de los que sabían más que nadie. Aun los más sabios reconocían esto en su interior. A diferencia de los líderes religiosos, Él Se esforzaba para enseñarles también a los más sencillos, daba ejemplos y reunía a Su alrededor a conocidos profesionales que ahora decían ser Sus discípulos.
Él lideraba, pero era distinto a cualquier otro maestro que el pueblo ya había visto. Atendía a los pobres, repartía comida, enseñaba lo que sabía y, específicamente, curaba las enfermedades de quien, muchas veces, era abandonado hasta por la propia familia. Esto atraía a más y más personas, y por eso, fue crucificado.
La superación de la muerte
Enseñar y curar le daba esperanzas al pueblo. Jesús distribuía fuerzas a los débiles. Demostrar que hasta lo más simple es importante, llamaba la atención, atraía a seguidores y al miedo de quien tenía el poder.
“¿Qué haremos? Porque este Hombre hace muchas señales.” Se preocupaban los poderosos entre los hombres “Si Le dejamos así, todos creerán en Él; y vendrán los romanos, y destruirán nuestro lugar santo y nuestra nación” (Juan 11:47-48)
Sabemos cuál fue el resultado de estas preocupaciones: la crucifixión. Los judíos condenaron a Jesús a la muerte, pero no Lo pudieron matar, a pesar de haber destruido Su cuerpo.
Como Hijo de Dios, aquel castigo solo tuvo el poder de hacer que se cumplan las antiguas profecías. Y cuando el cuerpo desapareció del túmulo para aparecer vivo delante de quiénes Lo seguían, quedó comprobado de una vez por todas que nada más sería igual.
A partir de entonces, Sus discípulos salieron por el mundo para llevar Sus enseñanzas. Con el uso inteligente de la fe, condujeron a millones de personas a una vida con el Señor Jesús.
La influencia que el Maestro tuvo y tiene en el mundo es inconmensurable. Un Hombre que dividió la historia de la humanidad en un antes y un después de Él, que probó la importancia de la humildad y de la generosidad, seguido por billones hace más de 2 mil años después de haber dejado la Tierra. Jesús es, sin ninguna duda, el Hombre más importante que ya haya existido, Alguien que puede aún hoy cambiar completamente la vida de las personas.
El Nazareno fue desde antes de nacer, y continuará siendo, el Dios que Se hace presente en la vida del pueblo. Pero, para conocerlo de verdad, es necesario que cada uno permita que Él Se acerque. Y usted, ¿ya vivió esa experiencia?
Si quiere saber más sobre Jesús, participe de una reunión en una Universal y entienda lo que la Biblia dice. Encuentre una iglesia más cercana a su domicilio ingresando en http://universal.org.ar/direcciones/
Cadena de las manos tomadas
Miércoles 20h – En el Nombre del Padre, el Padre enseña.
Viernes 20h – En el Nombre del Hijo, el Hijo libera.
Domingo 9:30h – En el Nombre del Espíritu Santo, que es Poder.
En la Universal principal ubicada en Av. Corrientes 4070 – Almagro
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