El estadounidense Thomas Corley, autor del libro Hábitos ricos, estudió durante cinco años los hábitos de las personas más ricas del mundo y descubrió que los ricos y los pobres actúan de formas completamente diferentes, por eso los ricos son cada vez más ricos y los pobres, cada vez más pobres.
Los ocho hábitos de los ricos que descubrió Corley son los siguientes:
1.- Tienen objetivos y trabajan duro hasta conseguirlos.
2.- No miran mucha TV. Aprovechan el tiempo para hacer otras cosas, como leer y no lo desperdician en entretenimientos banales.
3.- Tienen una agenda. Anotan sus quehaceres y no paran hasta completarlos.
4.- Leen para crecer. El 88% de su lectura es para capacitarse.
5.- Escuchan audiolibros, principalmente en el trayecto de casa al trabajo.
6.- Trabajan más de lo que se les pide. Si usted hace apenas lo que su jefe le pide, sepa que tiene que hacer siempre un poco más.
7.- No esperan ser ricos de la noche a la mañana. ¿Sabía que solamente el 6% de los ricos apuestan en la lotería? En el caso de los pobres, esa cifra asciende al 77%
8.- Cuidan su salud. El 57% cuenta las calorías de lo que ingiere y hace ejercicio de forma regular.
Thomas Corley dice que el secreto es incorporar al menos el 50% de estos hábitos a la rutina. Asuma el desafío de cambiar sus hábitos para empezar a pensar y actuar como rico y, con la ayuda de la fe, logrará alcanzar sus objetivos económicos.
Resultados de la cadena
Vilma: “No tenía trabajo, no podía mantener a mis hijos, vivía de prestado y sufría muchas humillaciones. Así llegué a la Iglesia y decidí participar de la Hoguera Santa. Al poco tiempo comencé a trabajar con sueldo fijo. Después me llamaron de otro trabajo, con un mejor sueldo, y pude comprar mi casa, que está valuada en un millón de pesos”.
Hilda: “Vivía en la miseria, estaba separada, mis hijos enfermos, comíamos en un comedor comunitario, salíamos a juntar cartón y latas de gaseosa para vender. Al participar de la Hoguera Santa salimos adelante. Tiempo después, empezamos a fabricar ropa. Hoy, tengo mi local y mi fábrica, y voy por más”.
Alba: “Mi empresa había quebrado, estaba en una situación crítica. Cuando escuché hablar de la Hoguera Santa, decidí participar. Entonces, dos compañías pusieron a mi disposición créditos para hacer inversiones. Abrí una nueva empresa y empecé a tener réditos importantes, conquisté autos, mi casa, un hotel y volví a casarme”.
Congreso para el progreso, todos los lunes a las 8, 10, 16 y especialmente a las 20 h en Av. Corrientes 4070, Almagro.
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