Recuerdo una clase de administración donde aprendimos un modelo de transformación para entender las operaciones de una empresa. Resumidamente, el modelo explica que toda operación de una empresa involucra tres pasos:
1-La entrada de alguna cosa
2-La transformación de esa cosa
3-La salida de la cosa transformada (producto o servicio)
Podemos diagramar estos tres pasos así:
Un restaurante, por ejemplo, recibe la entrada de los ingredientes para la preparación de los platos, más allá de los empleados y de los equipos. El chef hace los platos, utilizando los ingredientes y sus habilidades. Y el producto final es servido en la mesa del cliente. En una clínica dental entran los equipos, productos y profesionales – así como el paciente con sus caries. El dentista trabaja en los dientes afectados, usando los equipos y los productos, y el cliente sale sin caries.
Así funciona cualquier empresa u organización. Mirando este modelo, no pasa mucho tiempo para que usted note que cuanto mejor es la calidad de lo que entra y del proceso de transformación, mejor será el producto o el resultado del servicio. [Termina aquí la clase gratis de administración.]
Todo esto para explicar que el mismo proceso se aplica en nuestra vida personal. Su cerebro es la empresa. Él necesita entradas para producir salidas. La calidad de lo que entra va a determinar la calidad de lo que sale.
Si usted ha producido más errores que aciertos, tiene que comprobar lo que ha ingerido, o sea, lo que ha entrado en su cabeza. Todo lo que entra es procesado y eventualmente tiene que salir en forma de alguna actitud.
Entonces vea:
*¿Qué ha visto?
*¿Qué ha oído?
*¿A quién ha oído?
*¿Qué ha leído?
*¿Cuáles son los pensamientos que lo han entretenido?
*¿Cuáles son las amistades que usted ha mantenido?
*¿Qué ha estudiado?
Su vida es un producto de lo que usted ingiere. Vigile sus entradas, mejore sus procesos de transformación (pensamientos y actitudes) y sus salidas serán mucho más de aciertos que de errores.
Por eso, leer este blog asiduamente, participar de las reuniones de la Terapia del Amor, meditar en la Palabra de Dios, entre otras entradas de calidad de su mente, resultan en grandes cambios en su vida.
Extraído Blog Obispo Renato Cardoso
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