Lo que más se ve en los días de hoy es gente corriendo detrás del dinero. Parece que cuanto más se esfuerzan, más se alejan de conseguirlo. ¿Por qué sucede eso?
El dinero, o los bienes materiales, no pueden estar por encima de nuestros principios, de nuestros familiares (principalmente del matrimonio), de las amistades o de nuestra salud. Ninguna cantidad de dinero vale más que eso.
Sepa que usted es mayor que su cuenta bancaria y que Dios es mayor que usted. La infelicidad de mucha gente tiene un motivo: cuando el dios de la persona es el dinero, se convierte en algo mayor que ella misma. La persona se rebaja a menos que un pedazo de papel…
Lea esta lista de síntomas que pueden demostrar cuando una persona está poniendo la cuenta bancaria en el lugar equivocado:
· Deja el matrimonio de lado, priorizando el trabajo, pues tiene que ayudar a poner el pan en la mesa.
· No tiene tiempo para los hijos, tiene que trabajar mucho para pagarles la escuela.
· Pasa por arriba de los compañeros de trabajo, de los amigos e incluso de los familiares para tener éxito profesional.
· No tiene tiempo para cuidarse porque necesita pagar las cuentas.
· Gasta más de lo que puede porque prioriza “tener” y no “ser”.
· Le echa en cara a los demás que no los necesita, porque cuenta con el “dios” que tiene en el bolsillo.
· Desmerece a quien tiene menos que ella.
· Se desvive para atender al jefe o a un cliente, pero es incapaz de hacer algo por la familia.
· No tiene tiempo para cuidar su vida espiritual y ya no va más a la iglesia como antes, si es que todavía va.
Analice si su vida está desequilibrada y busque poner la casa en orden. Recuerde: usted es más que su cuenta bancaria y Dios es más que usted.
Resultados de la cadena
Norma: “Mi vida estaba destruida, mis padres eran muy pobres, no teníamos ni dónde dormir. Yo pensaba que no tenía condiciones de hacer nada, tenía la autoestima muy baja. Empecé a trabajar de empleada doméstica hasta que conocí la Universal. Hoy tengo mi vida bendecida, me independicé, tengo mi local, tengo también mi profesión y pude comprar mi auto 0 Km”.
Norma: “Estaba muy mal económicamente, me habían estafado con cheques sin fondos y por eso perdí mi departamento y mi camioneta. Participando en la reunión de los lunes obtuve ideas para poder salir de esa situación y pagar las cuentas pendientes. De a poco empecé a salir adelante, pude abrir mi negocio y gracias a Dios estoy creciendo, voy por más porque no me conformo”.
Claudia: “Antes de llegar a la Universal conocí lo que es vivir en la miseria. Mi esposo y yo perdimos el trabajo, terminamos juntando comida de la basura. Pero gracias a Dios, participando en la reunión de los lunes conseguimos trabajo y logramos conquistar nuestro auto y nuestra casa quinta. Yo decidí estudiar y me recibí de Licenciada en Comunicación Social”.
Congreso para el progreso, todos los lunes a las 8, 10, 16 y especialmente a las 20 h en Av. Corrientes 4070, Almagro.
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