En las vacaciones escolares, los niños necesitan mucha energía para jugar en casa, en el playground (la sección en los parques con hamacas y toboganes), en el club o en la playa. Por eso, una alimentación saludable puede ayudar. En esos períodos algunos hábitos alimenticios y horarios de las comidas cambian para hacerle espacio a la diversión, por lo que es importante que los padres estén atentos.
Según Lara Natacci, nutricionista, es importante que se mantengan los horarios para las comidas y meriendas. La alimentación debe tener un buen fraccionamiento como por ejemplo, las tres comidas principales y de dos a tres pequeñas meriendas en el medio, para que no disminuya el metabolismo y para que la digestión sea la adecuada. “Esto también evita que el niño busque golosinas o que exagere en la próxima comida, ya que no tendrá hambre durante los intervalos.”
Aunque esta sea una época de entretenimiento, es necesario que los padres estén atentos a los excesos de dulces, gaseosas y golosinas. “Esos alimentos pueden consumirse con moderación, pero no pueden sustituir a los que son ricos en nutrientes y tampoco deben ingerirse en gran cantidad”, advierte Lara.
Otro consejo importante, y aún más fácil, es el incentivo de actividades al aire libre, que requieran algún tipo de esfuerzo físico. “Es importante estimular la práctica regular de actividades físicas en el período de vacaciones, para asegurar un buen gasto de energía y mantener hábitos saludables”, afirma la nutricionista.
En las vacaciones con altas temperaturas, también es importante que el niño tenga una buena cantidad de líquido, principalmente agua pura, complementándola con jugos de frutas frescas.
Vea a continuación algunos consejos sobre cómo garantizar una alimentación saludable durante las vacaciones:
– Mantenga el consumo de alimentos saludables.
– Mantenga el horario de las comidas y las meriendas.
– Incentive actividades al aire libre que exijan algún esfuerzo físico.
– Continúe limitando el consumo de alimentos delante de la televisión o de la computadora.
– Evite el exceso de dulces, gaseosas y golosinas.
– Mantenga una buena cantidad de líquidos para el niño.
– Evite consumir postres y dulces como una compensación por haber comido bien.
– Involucre al niño en la planificación de la compra y la preparación de los alimentos.
– Siéntese a la mesa con el niño y coma junto a él la misma comida.
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