En toda Francia hay un sentimiento de luto e inseguridad después del ataque al edificio del periódico satírico Charlie Hebdo, en Paris, capital Francesa, ocurrido en la mañana del último miércoles 7 de enero.
Dos hombres encapuchados y portando armas, entraron en la sede del seminario y redujeron a dos empleados de mantenimiento, enseguida, los hombres armados los asesinaron y después abrieron fuego contra otras dos personas que estaban en el lugar. Durante la fuga, los hombres también se tirotearon con la policía, pero no fueron reducidos (vea el video al final de esta nota). Según el ministro del interior francés, Bernard Cazeneuve, todavía había un tercer sospechoso apoyando a los tiradores. En total, fueron asesinadas 12 personas – además de los empleados, ocho periodistas, dos policías – y once heridas en estado grave.
Terrorismo
El presidente de Francia, François Hollande, afirmó que el país “está en shock por un atentado terrorista, porque esto fue lo que sucedió”.
En los Estados Unidos, la Casa Blanca condenó “en términos más fuertes” al ataque y se comprometió a ayudar a atrapar a los terroristas. El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, calificó como “hecho intolerable” el ataque hacia el seminario. El ministro de Relaciones Exteriores egipcio, Sameh Shoukry, demostró su “energica” condenación al atentado contra la sede Charlie Hebdo. En un comunicado oficial, Shoukry expresó la solidaridad de Egipto hacia Francia y su apoyo en la lucha antiterrorista.
Ya en la noche del miércoles, más de 100 mil personas manifestaron para protestar, en diferentes partes de Francia, contra la masacre. Hubo también la manifestación de las organizaciones de periodismo en todo el mundo contra el ataque.
Las autoridades identificaron como sospechosos a los hermanos, Cherif Kouachi, de 32 años y a Said Kouachi, de 34 años (foto). El tercer hombre sería Hamyd Mourad, de 18 años, de origen no revelado, que está detenido.
El asesinato en nombre de la religión
Tradicionalmente, el Charlie Hebdo publicaba caricaturas de líderes musulmanes y de Mahoma. En noviembre del 2011, después de publicar una caricatura del profeta en su portada, la redacción del seminario fue atacada con una bomba incendiaria.
Según fuentes policiales, los autores del ataque de este miércoles gritaron “vengamos al profeta”, refiriéndose a Mahoma.
Siendo verdadera la frase informada por los policías, queda claro que muchos aún matan en nombre de la religión. Quizás ahora también muchos digan que los caricaturistas del periódico francés se equivocan al criticar la fe profesada por otras personas – y ellos ya habían hecho eso también con los cristianos en sus publicaciones. Pero, ¿asesinarlos era la solución?
“Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en Mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en Mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?” (Juan 11:25-26).
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