Martha Gallo experimentó situaciones difíciles desde muy joven, no le faltaba nada material, pero durante 16 años sufrió desmayos frecuentes y desconocía a qué se debían, eso le provocó miedo y con el tiempo la depresión desestabilizó a su familia, su economía, todo. Sin embargo, ella encontró en la Universal la solución a sus problemas, encontró al Dios Vivo, y su vida ya no fue la misma.
“Recuerdo que desconfiaba de todo, los desmayos que tenía desde los 14 años de edad me hicieron vivir con miedo. De grande pude formar mi familia, teníamos un buen pasar económico, no nos faltaba nada, pero cuando mi esposo perdió a su padre ya nada fue igual porque él comenzó a estar depresivo.
La angustia era tan grande que comenzaron las peleas en casa, había insultos y agresiones. La situación se agravó y perdimos el supermercado y la tienda de ropa que teníamos. Era terrible, mi hija Anabela intentó suicidarse tomando pastillas porque no soportaba más tantos problemas”, cuenta Martha.
Ella había tocado fondo, la depresión la invadía y ya no podía dormir, no tenía paz. En esos momentos recibió una invitación para participar de las reuniones de la Universal. “Desde el primer día noté un cambio, pude dormir porque la angustia y la depresión no me oprimían más. Nunca más me desmayé y no tuve que tomar medicación. Mi matrimonio fue restaurado, tenemos buena comunicación, somos unidos y tenemos paz en casa. Mi marido consiguió un empleo bendecido y yo tengo locales en alquiler. Si no hubiese conocido a Dios y a la Universal no sé que sería de mi vida”, concluye.
Ella concurre a la Universal ubicada en Brandsen 36, Bahía Blanca.
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