Cuando se calienta un cigarrillo electrónico al máximo y se aspira profundamente, el vapor que contiene nicotina, crea formaldehído, una sustancia que lo hace entre 5 y 15 veces más cancerígeno que el tabaco común, según un estudio de la Universidad de Portland.
Con el experimento, los investigadores constataron que cuando el cigarrillo electrónico calienta el líquido a alta tensión (5 voltios), se produce una tasa o cantidad de formaldehído mucho más elevada que la de los cigarrillos convencionales.
De esta manera, un usuario de cigarrillos electrónicos que inhala a diario un equivalente a tres mililitros de este líquido vaporizado absorbe unos 14 mg de formaldehído. Mientras que una persona que fuma un paquete de cigarrillos comunes al día, absorbe cerca de 3 mg de esta sustancia cancerígena.
A largo plazo, la inhalación diaria de 14 mg (+/- 3 mg) de esta sustancia nociva podría multiplicar por 5 a 15 veces el riesgo de contraer cáncer, según el estudio publicado en el New England Journal of Medicine.
Así, se comprueba que la mejor opción para quien desee dejar el cigarrillo no es un sustituto electrónico, sino dejar definitivamente cualquier artículo que provoque lesiones o ponga en riesgo la salud.
“Le prometía a mi madre que dejaría los vicios, pero nunca lo hacía”
Maximiliano comenzó a consumir cigarrillos a los 13 años de edad, por los problemas en su casa se inició en el alcohol y a los 16 años comenzó a consumir marihuana y cocaína. “Me involucraba más y más en los vicios, con malas compañías y mi vida era un desastre, un verdadero infierno”, recuerda.
En un momento buscaba una salida para evadir los problemas en su casa, entonces se refugió en los vicios, se sentía aliviado, pero esto trajo consecuencias que afectaron a su familia. Peleaba con todos, incluso su hermana lo corría con un cuchillo para que se vaya de la casa. Su madre quería que dejara los vicios, él le prometía que lo iba a hacer, sin embargo no abandonaba sus adicciones y eso causaba más discusiones en su casa.
“Durante once años viví esclavo de los vicios, pero haciendo el tratamiento espiritual fui libre de las adicciones. Desapareció el deseo de beber, de consumir. Puedo afirmar que existe cura para los vicios”, afirma Maximiliano con seguridad en sus palabras.
Sea libre de los vicios, domingos a las 15, en Av. Corrientes 4070, Almagro.
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