Te damos algunos datos que quizá no sabias y te proponemos algunas maneras de conseguir una sonrisa sana.
¿Enjuague bucal o pasta de dientes? Los enjuagues bucales no mantienen tu aliento fresco durante mucho tiempo, y también suelen contener alcohol, lo que puede resecarte la boca y volverla más susceptible a las bacterias. Los estudios indican que los enjuagues bucales que contienen clorhexidina pueden ayudar a combatir el mal aliento. Si estás dispuesta a gastar un poco más, prueba un enjuague que contenga dióxido de cloro; en un estudio con 5.000 personas, eliminó las bacterias que producen el mal olor. Algunos estudios revelan que existe un vínculo entre los enjuagues que contienen alcohol y un riesgo mayor de padecer cáncer oral, así que si quieres pasarte de precavida, opta por enjuagues bucales sin alcohol.
Veredicto sobre los chicles. En un pequeño estudio francés, el chicle redujo la halitosis un poco durante una hora, pero no eliminó los compuestos de azufre que causan el mal olor. Aun así, muchos odontólogos recomiendan los chicles sin azúcar o los que contienen xilitol (técnicamente, un alcohol de azúcar del que no se alimentan las bacterias) porque estimula el flujo de saliva.
Cepíllate dos veces. Adquiere el hábito de cepillarte los dientes cuando te levantes y otra vez por la noche, al acostarte. Son las dos veces más importantes, porque la saliva (que ayuda a combatir el sarro que produce las caries) se seca durante la noche, así que es mejor eliminar de los dientes todo el sarro acumulado antes de ir a dormir. Al cepillarte por la mañana, antes de cualquier otra cosa, remueves el sarro y las bacterias que puedan haberse acumulado mientras dormías.
No olvides el raspador de lengua. Cepíllate la lengua durante un minuto. No hay mejor manera de deshacerte del aliento mañanero y comenzar tu día limpio y fresco. Después de todo, más de 300 tipos de bacterias pueden alojarse en tu boca todas las noches. Una causa importante del mal aliento es la acumulación de bacterias en la lengua, que un raspado diario ayudará a eliminar. Además, usar un raspador de lengua es más efectivo que cepillarte la lengua con un cepillo dental.
Las concentraciones de compuestos de azufre bajaron un 53 por ciento en las personas que se cepillaron los dientes y la lengua durante un minuto entero dos veces al día durante dos semanas, según odontólogos de Nueva York que estudiaron a 51 pares de gemelos. El cepillado remueve las bacterias que se alimentan de las partículas microscópicas de alimentos que recubren los dientes y la lengua después de una comida.
¿Cepillo eléctrico o manual? La tecnología de los cepillos de dientes ha avanzado mucho desde los días en que la gente se cepillaba con púas de cerdo. Pero aunque el equipo dental ha mejorado enormemente, nuestra dieta con alto contenido de azúcar hace que los dientes estén en mayor peligro que antes. Una limpieza concienzuda ayuda a combatir las caries y las enfermedades periodontales, y hay mucho más en juego de lo que podrías pensar. Las enfermedades de las encías se han asociado a las cardiopatías y la apoplejía.
Si eres de los pocos que se cepillan fielmente durante dos minutos al menos dos veces al día, y prestas la misma atención a la parte delantera, a la de atrás y a la superficie de masticación de todos esos dientes, entonces lo único que necesitas es un cepillo normal. Para el resto de nosotros, los cepillos eléctricos proporcionan una limpieza más exhaustiva. Las encuestas muestran que la mitad de nosotros se cepilla sólo una vez al día, y la mayoría dedicamos sólo 46 segundos a la tarea. Una revisión definitiva de 42 estudios con 4.000 personas reveló que un cepillo eléctrico con cerdas que rotan en direcciones alternas eliminaba un 11 por ciento más sarro y reducía las enfermedades de las encías un seis por ciento más que los cepillos manuales después de uno a tres meses de uso. Pero la tecnología dental tiene su precio. Sólo los cepillos con cerdas que giraban en una dirección y luego en la otra (oscilación de la rotación) eran así de eficaces, y éstos suelen ser más caros. Los cepillos ultrasónicos y los que tenían cabezas que rotaban en una sola dirección no eran mejores que un cepillo de dientes manual.
Blanqueamiento suave en casa. El peróxido puede provocar sensibilidad e irritación en los dientes, así que busca algún producto que no lo contenga si quieres blanquear tu sonrisa sin irritar dientes y encías.