El idioma es la lengua propia de un pueblo, de una raza o de una cultura. Es la identidad lingüística de un pueblo.
Cuántas veces, antes de haber estado en la iglesia, agarrábamos la Biblia para leerla, incluso en nuestro idioma y no comprendíamos nada. ¿Por qué será?
¿Cuántas personas están dentro de las iglesias leyendo la Biblia, escuchando las prédicas, leyendo los estudios y no logran entender nada?
¿Por qué no logran ver el idioma de Dios, Su Palabra cumpliéndose en su vida?
(Yo no entiendo porque no es mi idioma, en traducción libre).
¿Se imagina conversando con un japonés sin saber hablar su idioma, ni él el suyo? ¿Lograremos avanzar en este diálogo en el que no estamos entendiendo el idioma hablado? Es lógico que no.
Esa es la razón por la cual las personas, fuera y dentro de las iglesias, no entienden nada de lo que Dios habla: no logran entender Su idioma, Su Palabra.
¿Cómo entender un idioma sin saberlo? Es necesario que primero la persona aprenda el mismo para que pueda comunicarse sin problemas con los habitantes del lugar. Y para entender el idioma de Dios, el del Espíritu Santo, es necesario nacer de Él, solo así, usted entenderá el idioma del Reino de los Cielos.
Cuántos en las iglesias oyeron hablar del bautismo en las aguas, de perdonar, de pedir perdón, del amor, de ser fiel, de creer solamente en Dios, de no mentir, de ganar almas, de renunciar a la propia vida, de dar testimonio de Cristo, de amar al prójimo, etc., pero no logran hacer esta tarea, obedeciendo el idioma de Dios, a Su propia Palabra.
¿Cuál es la razón de todo eso? Porque no nacieron del Espíritu Santo.
“Lo que es nacido de la carne, carne es; (habla el idioma de la carne) y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es (habla el idioma de Dios). No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo.” (Juan 3:6-7)
“El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre Él.” (Juan 3:36)
El Señor Espíritu Santo quiere que usted hable Su misma lengua, el idioma del Reino del Reino de Dios.
Hable con Dios, justo donde usted se encuentra ahora, que usted quiere nacer de Su Espíritu y entender Su idioma, Su Palabra.
Después deje un comentario contándonos cómo fue su experiencia, en qué colaboró este artículo para cambiar su vida. Compártalo también con sus amigos y familiares.
[related_posts limit=”42″]