Frases como “El tiempo está pésimo”. “La fila del supermercado es enorme”. “El colectivo está lleno”, siempre vienen acompañadas de un “¡cómo puede ser!”. No es que esas frases no sean ciertas, pero, en boca de una eterna insatisfecha, esos hechos desagradables son siempre recordados como si ella fuera la única que ve todo lo malo que sucede en el entorno.
Para la consultora de imagen y coach Veruska Olivieri, la insatisfacción puede darse por varios motivos. “Algunas mujeres aprenden a comportarse así y simplemente lo repiten. Otras no logran identificar lo bueno que sucede alrededor, lo que también es un aprendizaje. Y, por último, la falta de un objetivo en la vida también puede volverlas menos tolerantes a las frustraciones diarias y las mujeres insatisfechas terminan aprendiendo de ellas”, explica.
¿Está prohibido criticar?
Según el punto de vista de la conferencista y escritora Cristiane Cardoso, el problema no está en la crítica, sino en la frecuencia con que se realiza. No es porque sí que las mujeres implicadas son quejumbrosas. “Si vamos a criticar, vamos a criticar lo que nos hace mal y no todo lo que sucede delante de nuestros ojos”, afirma. Agrega que la mujer implicada con este tipo de comportamiento debe tener cuidado para no ser vista como alguien desagradable. “Las personas así son evitadas fácilmente y apartadas de nuestras amistades para nuestro propio bien”, advierte.
Cristiane argumenta que la mujer debe aprender a no dejar escapar toda emoción que carga. “¡Somos capaces de cosas tan grandiosas! Podemos ser la amiga, la madre, la hija, la hermana, la empleada y la esposa que muchos quisieran tener a su lado. Sin embargo, nos desvalorizamos y nos disminuimos solamente porque no logramos controlar nuestros sentimientos”, dice.
¿Usted ha sido una mujer que nadie quiere cerca? Analícese y observe si hace comentarios que no suman nada y solo expresan insatisfacción.
[related_posts limit=”15″]