Obispo, ¡buen día!
Esa señora es totalmente ciega, su nombre es Susana y tiene más de 60 años.
Al menos 2 veces por semana, ella viene a limpiar las butacas de la iglesia.
La señora Susana me dijo que quiere hacer más y más para Dios, por todo lo que Dios ha hecho por ella.
Lamentablemente, tenemos personas llenas de salud y disposición y que incluso dicen que quieren hacer la obra, pero miran más al oro que al Altar, no viven para el Altar.
Esa señora es como aquella viuda, porque todo lo que ella tiene está colocado para Dios en el Altar.
Ella es un ejemplo de entrega.
Colaboración: Pastor Bruno, de Merlo- Argentina