“Mi hija fue sanada de una enfermedad hepática crónica”
Magdalena Alejandra Tejerina no aceptaba que su hija tuviera que tomar medicación de por vida por un problema de nacimiento. La atresia biliar impedía que la bilis circulara desde el hígado hacia la vesícula biliar, esto impedía que el organismo de la pequeña funcionara de manera correcta.
“Recuerdo que a los tres meses de vida ella fue sometida a una operación, si no la intervenían corría riesgo de muerte. Pero los problemas siguieron, ella siempre debía estar medicada. Así fue nuestra situación hasta que hace unos cuatro años recibí una invitación para participar de las reuniones de la Universal. Desde ese día decidí acercarme. Participé con fe de las reuniones y de la Hoguera Santa y mi hija fue totalmente curada. Ya no toma más medicamentos y goza de buena salud, como cualquier niña sana. En la Universal logré transformar mi vida y la de mi familia”.
“Mi hija pudo caminar sin necesidad de aparatos”
Norma Marecos llegó a la Universal con una de sus hijas muy enferma, por los problemas de salud ella también había enfermado y su matrimonio era un desastre.
“A mi segunda hija le declararon esclerodermia, quedó postrada en cama y no hablaba siendo que tenía dos años y ocho meses. Hacía los tratamientos, pero no me aseguraban que iba a poder hablar. Yo sufría con dolor de cabeza por los nervios, tenían que llevarme a la guardia cuando tenía crisis y me daban oxígeno. Además tenía mal de Chagas, doce quistes en cada mama y depresión, y mi hija mayor estaba enferma de los bronquios, vivía con el puff. Tenía que decidir si la operaban o no a la pequeña y mi esposo estaba ausente, era como que no le importaba lo que sucedía, era desesperante la situación”, cuenta.
En la Universal ella se aferró a Dios y perseveró en la fe hasta que cambió definitivamente la situación con su esposo, su hija mayor sanó de los bronquios y la pequeña fue operada con éxito. Después comenzó a caminar, le suspendieron la medicación y al tiempo dejó de usar los aparatos que usaba para caminar, incluso no fue necesario que siguiera usando zapatos ortopédicos, ahora camina con normalidad. “Dios hizo un milagro en nosotros, yo también fui sanada”, asegura sonriendo.
La Iglesia Universal del Reino de Dios aclara que todos los conceptos emitidos en este periódico, como en su programación radial y televisiva, en modo alguno deben ser interpretados en desmedro de la medicina, ni de quienes la practican. No deje de consultar a su médico.
Martes a las 20hs en Av. Corrientes 4070 – Almagro
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