Y si la trompeta diere sonido incierto, ¿quién se preparará para la batalla? 1 Corintios 14:8
La trompeta es un instrumento de guerra colocada en las manos del Atalaya para que él pueda avisar, alertar a las personas sobre el peligro de la espada.
Pero no sirve solo ser un Atalaya y tener una trompeta, es necesario tocarla de manera cierta para que sea comprendida, preparando al pueblo para la batalla. En nuestro caso, la batalla es por nuestra Salvación.
¿Cuántas almas se encuentran en el infierno y cuántas aún irán, (y estamos hablando de millones de almas) solo por el hecho de no estar preparadas porque no entendieron el sonido de la trompeta?
Es verdad que muchas no quisieron rendirse al Señor Jesús, pero no podemos olvidarnos de aquellas que se perdieron por causa de la negligencia del Atalaya.
El diablo conoce la importancia del Atalaya, y sabe que es constituido por el propio Dios, pero una vez distraído, el sonido de su trompeta no será comprendido.
Por eso el diablo intenta distraerlo con otros pensamientos, para desviar su foco que debe ser solamente el de salvar almas.
El sonido es incierto cuando pasa:
La fe emotiva en lugar de la fe inteligente.
La visión en el oro y no en el Altar que santifica al oro.
Las tradiciones religiosas en vez de los Mandamientos.
Cuando el sonido cierto es dado no deja la menor duda en aquellos que lo oyen.
Y por eso se preparan para la batalla.
La trompeta ya se encuentra en nuestras manos, pero no podemos distraernos, porque eso costaría vidas.
Colaboró obispo Djalma