Hacer mil cosas al mismo tiempo no es sinónimo de rapidez. Al actuar así, usted puede gastar tiempo y energía que son preciosos en cada una de las actividades y llegar al punto de desencadenar una enfermedad. Además de eso, en medio de tantas actividades diarias, puede surgir la pereza, la falta de foco o el famoso “dejar para después”. Pero más que lograr desarrollar innumerables tareas, es necesario corregir malos hábitos que distraen el buen curso de la rutina. Al final, el tiempo puede ser su gran enemigo o un maravilloso aliado. Depende solamente de como lo usa.
Vea algunos consejos dados por el profesor de Administración del Tiempo, Leandro Santos, de la Methodus Consultoría en Aprendizajes y Entrenamientos, de São Paulo, y aprenda a ser una mujer práctica.
Planifíquese siempre para que pueda tener una visión clara de lo que necesita y qué hacer: Eso le hará tener tiempo para colocar las prioridades en el lugar correcto. Así usted no tendrá más la sensación de que su tiempo se está perdiendo.
Saber ” a quién y qué” priorizar es fundamental: las oportunidades son creadas por medio de sus prioridades. Cuando priorizamos a alguien o a algo, apartamos un momento para dedicarnos y demostramos con eso su importancia en nuestra vida. Es bueno planificar bien el trabajo y otras actividades dentro y fuera de casa, pero sin olvidarse de sí misma (tanto la parte espiritual como la física) y de la familia.
Desapegarse: Se usted tiene dificultades para renunciar a algo, va a ser difícil ser práctico. El desapego contribuye a verificar lo que está en exceso y lo que es realmente necesario para vivir bien.
Organizarse: no se puede querer cuidar el tiempo teniendo que buscar las cosas en un “universo paralelo”. Cuando cada cosa está en su lugar, usted es más rápida en su día a día y aún sobra tiempo para disfrutar con la familia.
Sea capaz de ceder cuando sea necesario: Si usted insiste en algo que no salió bien, generalmente, perderá tiempo. Ceda y hágalo de otra forma.
Esté abierta a nuevos aprendizajes: Siempre hay mejores maneras de ejecutar las acciones que usted ya está acostumbrada a hacer.
Sepa enfrentar los imprevistos sin “entrar en crisis”: la llamada de alguien que usted no ve hace tiempo o un pedido de último momento de algún familiar o incluso en el trabajo, pueden alterar el itinerario que estaba planeado anteriormente. No vea eso como una traba, sino como una oportunidad de ejercitar su creatividad para obtener soluciones y lograr cumplir los compromisos del día a día y también de servir a las otras personas.
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