¿Alguna vez estuvo o se imaginó estar en un lugar donde pronunciar un nombre está simplemente prohibido?
En Tailandia, decir “Jesús” en público puede costar muy caro. Es lo que cuenta en un video que circula por una red social una misionera recién llegada a Bangkok, capital tailandesa y décima ciudad más poblada de Asia. Ella detalla cómo es predicar el Evangelio en el lugar.
Su experiencia trae una valiosa lección sobre cómo muchos otros países aún tienen el privilegio de pronunciar el nombre de Jesús y de evangelizar con total libertad en las calles.
Mire y reflexione
Tailandia, que es conocida por el tráfico de seres humanos y por el turismo sexual, tiene 65 millones de habitantes. Bangkok (“la casa de todos los dioses” o “la ciudad de los ángeles”) es también dominada por la prostitución infantil.
La religión oficial en el país es el budismo (83% de la población). Pero existen otras minorías religiosas, como el 9% de musulmanes, el 2% de católicos romanos. Los cristianos evangélicos suman el 0,7% de la población. Las autoridades del país controlan e impiden las grandes reuniones de cristianos.
En otros países somos libres de llevar el Evangelio a quienes lo necesitan. Pero, ¿acaso hemos hablado lo suficiente sobre Jesús mientras podemos y tenemos esa libertad?
La Biblia relata que los apóstoles Pedro y Juan fueron llevados delante del concilio para explicar el uso del nombre de Jesús en la cura de un hombre enfermo:
“… ¿Qué haremos con estos hombres? Porque de cierto, señal manifiesta ha sido hecha por ellos, notoria a todos los que moran en Jerusalén, y no lo podemos negar. Sin embargo, para que no se divulgue más entre el pueblo, amenacémosles para que no hablen de aquí en adelante a hombre alguno en este nombre. Y llamándolos, les intimaron que en ninguna manera hablasen ni enseñasen en el nombre de Jesús. Mas Pedro y Juan respondieron diciéndoles: Juzgad si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios; porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído.” (Hechos 4:16-20)
La lucha de los apóstoles para que llevemos el Evangelio a otras personas no fue en vano. Por lo tanto, hable del Señor Jesús hoy mismo.
Aproveche y comparta esta nota. Hay mucha gente necesitando oír sobre Jesús. Deje su comentario en las redes sociales.
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