Ante un panorama desalentador para los ancianos que tienen una esperanza de vida mayor, pero una calidad de vida menor de la esperada, nace el Grupo Caleb. Hoy en día vemos a personas mayores siendo afectadas por la pérdida de la relación con sus nietos debido a la gran cantidad de separaciones y divorcios. En materia de salud, vemos grandes avances y pocos profesionales aptos humanamente hablando para ayudar al anciano en una edad en que necesita respeto y comprensión.
Con el objetivo de contener a personas mayores de 50 años de edad, el Grupo Caleb está respondiendo a estos y a muchos otros dilemas, con charlas y actividades con orientación espiritual y médica. Este grupo está expandiéndose en los más de 100 países donde se encuentra la Iglesia Universal del Reino de Dios.
Para entregar sus vidas y proyectos a Dios, en el mes de marzo el Grupo Caleb partió rumbo a San Pablo, Brasil, lugar donde se levanta majestuoso, el Templo de Salomón. La caravana de 45 personas, fue la primera comitiva del Caleb que oficialmente visita el Templo.
En cuanto la planta de los pies de los integrantes del grupo pisaron el suelo del Templo una profunda alegría iluminó sus semblantes. Mientras avanzaban hacia el Altar eran llenos de vigor y visión para alcanzar sus sueños. El jueves 19, el viernes 20 y el domingo 22, la delegación argentina del Grupo Caleb participó en las primeras hileras del Templo de Salomón, un privilegio para quienes aceptaron el desafío de viajar al extranjero.
Las reuniones del obispo Macedo, el obispo Renato y el obispo Clodomir consolidaron enseñanzas y ayudaron a reflexionar sobre el presente. Los miembros del Grupo Caleb pudieron comprender el mensaje de cada reunión gracias a la traducción simultánea al español.
El sábado 21 el pastor Danilo, responsable del Grupo Caleb en Brasil recibió al grupo argentino y determinó la bendición junto al pastor Carlos Assis, responsable del Grupo Caleb en nuestro país. Cada miembro del grupo fue lleno de paz, y guardó una nueva enseñanza para ayudar a más ancianos: “Nuestra misión es que la tercera edad se convierta en la mejor etapa de la vida brindándoles ayuda, respeto y cariño”, concluyó el pastor responsable del Caleb en Brasil.
Horas más tarde, el pastor Carlos oró junto a los obreros por los miembros del Grupo Caleb de Argentina, un momento que llamó la atención de los visitantes angolanos y latinoamericanos, quienes retrataron el momento para compartirlo junto a los suyos.
Luego la delegación realizó la visita guiada por el Templo. Ese mismo día, la cena era una conjunción de alegría por lo vivido y expectativa sobre la próxima caravana. Aún no había terminado el primer viaje y todos comentaban el deseo de regresar.
El domingo por la mañana después de participar de la reunión cada uno se llevó un secreto para blindar su fe. La atención y calidez de los levitas, obreros del Templo, despertaron admiración y gratitud en todos los integrantes del grupo.
Sin lugar a dudas, la fe está salvando vidas e impulsando a quienes tienen la mejor edad de todas a lo extraordinario.