Los investigadores sometieron a algunos hombres a leer artículos que insinuaban que la población local tenía más integrantes del sexo masculino que del femenino. Después de la lectura, se les preguntaba: cuánto podrían ahorrar del salario de cada mes y cuánto podrían sacar de las tarjetas de crédito como préstamos para realizar más compras. Cuando leyeron que había un excedente de hombres en la población, los entrevistados respondieron que, en promedio, ahorrarían el 42% menos y harían préstamos de hasta un 84% más. ¡Alerta de peligro!
Los gastos reales de algunas localidades de los Estados Unidos también fueron analizados, y lo mismo fue comprobado: cuanto menos mujeres, más compras y deudas hechas por los hombres.
Al analizar comerciales de productos dirigidos al público masculino que mostraban a mujeres atractivas, el estudio concluyó que son menos eficientes que los que también muestran a mujeres muy bonitas, pero rodeadas de hombres. El efecto de ver esas propagandas es “como si el nivel de testosterona fuese catapultado a las alturas”, según Vladas Griskevicius, profesor de marketing de MU. ¿De qué sirve “conquistar” a una mujer exhibiendo sus dotes y que después ella descubra que usted está más que en rojo a causa de estos, que usted no es capaz de equilibrar sus cuentas? No es cuestión de ser mezquino, sino de usar el sentido común.
Razón versus impulsos
Griskevicius considera que esta tendencia de gastos es lo mismo que sucede en algunos grupos de especies de animales en los que hay escases de hembras: los machos compiten más entre sí. “Pero el hombre tiene la capacidad de controlar esos impulsos, de no ceder a ellos, y los animales no”, dice el profesor.
Y usar la razón realmente es muy eficaz, pues endeudarse solamente para impresionar más a las mujeres – a las que ceden a este tipo de cosas, obviamente – es un tiro que sale por la culata. Sí, realmente existen las que buscan a ese hombre que ostenta más, pero también están aquellas que prefieren a un hombre que pueda construir con ellas relaciones más solidas, con equilibrio, que tenga más valores en la cabeza que solo esa etiqueta colgada en la ropa o en la cuenta del restaurante.
Lo que usted gasta
Con la aplicación (app) Finace, uno controla mejor lo que recibe y lo que gasta. Basta incluir los datos como: fechas, valores, informaciones de su cuenta bancaria, uso de la tarjeta de crédito y otros. La app hace automáticamente los cálculos y presenta su saldo, incluyendo gráficos y planes de cuentas, brindándole una idea más precisa de cómo usted lidia con su dinero a lo largo del mes. Gratuito, para iOS y Android.
En la punta del lápiz
Ser proveedor es un papel muy importante en la vida del hombre inteligente, para él mismo y para su familia. Él recibe su dinero con el sudor del cuerpo, pero lo mantiene con el uso de su mente – sino, todo el esfuerzo es en vano.
¿Qué tal, entonces, crear una disciplina económica que le permita no gastar todo lo que recibe? Prográmese para guardar o invertir un porcentaje regularmente. No importa su edad o cuánto gana, solo hay beneficios en esta práctica. Haga el desafío IntelliMen en www.renatocardoso.com/es/intellimen/
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