En Santiago 1: 6 dice: “… porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor. El hombre de doble ánimo (quiere decir con la mente dividida) es inconstante en todos sus caminos.”, (Santiago 1:6-8).
A veces una persona es bella, con una apariencia extraordinaria pero cuando usted conversa con ella ve cuán pobre y miserable es porque no tiene nada que ofrecer a nadie. Ya habrá escuchado decir: “Fulana es tan bonita, pero cuando abre la boca, arruina todo” o “mengano parece fuerte, pero cuando habla, muestra que es débil”. Quiere decir que ese cuerpo espiritual que es débil habla sobre el alma, sobre la sustancia amorfa que está en usted, que está en mí. Esa sustancia alma, usa nuestros ojos para ver, nuestra boca para hablar, usa nuestros oídos para oír, esa sustancia es eterna. El alma no muere y cuando la persona muere, el alma no se queda vagando por ahí buscando otro cuerpo para entrar, ¡no!, va al cielo o va al infierno, no tiene otra opción según la Biblia.
Volviendo a la duda, usted ya debe haber observado al mar, las olas vienen y van todo el tiempo, así es la vida de la mayoría de las personas. Es la situación de muchas personas que probablemente están aquí también, personas inconstantes, indefinidas, que se tardan para decidir. Ellas piensan que como no saben qué decisión tomar, se quedan encima del muro esperando. El hecho es que esas personas son fracasadas, débiles, no sirve que tengan formación académica, no sirve que sean inteligentes, no se trata de eso, se trata de fe. Estamos hablando de fe y de duda, y cuando la persona no está en la fe, con certeza está en la duda y con la duda ella está definitivamente perdida.
Cuando nos referimos a la fe, no estamos hablando de iglesia o de religión, estamos hablando de vida. Usted tiene que estar en la fe las 24 horas por día para que no sea contaminado por la duda que mata, que destruye. Es la duda la que hace que una persona pierda negocios, oportunidades, todo, incluso su propia vida. Pero si mantiene la fe, si está en al fe, si vive en la fe, en la certeza de que Dios hará aquello que prometió que haría, entonces esa persona en el momento tiene la palabra de fe para resistir a esa duda.
Porque la duda está siempre golpeando la puerta de nuestra mente, de su intelecto, le corresponde a usted, si estuviera en la fe, saber defenderse, reaccionar. Ahora si no sabe, si no vive por la fe, entonces, en aquel momento usted pierde y va a tener consecuencias terribles en su vida.
Muchas personas aquí son como las onda de mar, en el caso del matrimonio, qué mujer se siente segura cuando se casa con una persona indeciso, un indefinido. Dudo que esa mujer tenga seguridad. La duda es su mayor enemigo, solo la duda, nada más.
La duda solo trae desgracias. Sin embargo, la Biblia enseña que es imposible agradar a Dios sin fe. Si usted manifiesta la fe, usted alcanza lo que necesita porque es así que funciona. Manifestar la fe es tomar actitudes que no tomaría, actitudes de coraje en relación a este Dios invisible. Que tome actitudes de entregarse, de involucrarse, de hacer lo que Dios le pide que haga. Quien es de Dios obedece, sigue, practica la Palabra de Dios. Dios lo ve así, la fe no tiene nada que ver con sentimientos, sino con la obediencia.
Si usted ha sido una persona indefinida, que ha tenido miedo de tomar ciertas decisiones y actitudes, láncese con fe, esa es la fe que Dios exige de usted, de mí, de cada uno de nosotros. Una fe incondicional. Así va a dejar de ser una persona dependiente de los demás, va a vivir por su propia fe.
Secretos y misterios de la fe con el obispo Macedo, todos los domingos a las 18h, en Av. Corrientes 4070 – Almagro y en todas las Universal del país por videoconferencia.
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