Antiguamente, muñecas y autitos les daban alas a la imaginación de los niños. Pero los tiempos cambiaron y vemos, cada vez más, los ojitos fijos en la pantalla de la computadora que llevan a los pequeños al mundo virtual. El problema no está en la evolución tecnológica, sino en los contenidos que visualizan.
Una investigación realizada con 700 niños por la National Society for the Prevention of Cruelty to Children (NSPCC) reveló que aproximadamente 1 de cada 12 adolescentes de 13 años está interesado por el vicio de la pornografía. Y 1 de cada 5 de los entrevistados confesó haberse impresionado y entristecido por las escenas de pornografía encontradas en internet.
En la entrevista al Daily Mail, los padres de un adolescente de 14 años contaron que, a pesar de que desconectaron internet de las computadoras y el Wi-fi a partir de las 10 de la noche, notaron algo extraño en el comportamiento de su hijo. “Él estaba pasando mucho tiempo en su habitación, nosotros pensamos que tal vez estaba mandándose mensajes con alguna chica”, dijo la madre del adolescente.
“Una noche lo encontré en su cuarto teniendo una conversación por celular con dos amigos de la escuela, mientras todos veían el mismo video en sus tablets. Una especie de “pacto porno”. Al verme, inmediatamente intentó esconderlo.”
Mala influencia
Los niños aprenden trucos para burlar contraseñas y filtros de internet, influenciados por niños, en general, de la escuela. “Yo estoy muy actualizada con respecto a la seguridad en internet y pensé que había hecho todo para proteger a mi hijo. Sin embargo, un día lo encontré durmiendo con su iPad abierto, con imágenes inaceptables. Me devastó completamente”, dice la madre de un niño de 10 años.
“Un amigo mayor le había mostrado cómo evadir los filtros y, en seguida, lo condujo hasta aquel sitio. Yo estaba con el corazón partido. La inocencia de mi hijo había sido quebrada. Al día siguiente, lo enfrenté, él se quebrantó y me dijo llorando que no volvería a mirar ese sitio, pero que su amigo había hecho que lo mirara.”
Desde aquel incidente, la madre cambió las contraseñas y comenzó a controlar más el contenido al que accede su hijo.
Memoria
Y otro factor preocupante: con el pasar del tiempo, el contenido sexual visto por medio de fotos o videos continuará en la memoria de los niños. Muchos, tal vez, no tienen la dimensión de cuánto pueden ser afectados en el futuro por aquello que está guardado en los recuerdos.
“Existen cosas que no logramos olvidar, no importa cuánto lo intentemos. Hay imágenes que entran en nuestras mentes que jamás desaparecen”, explica el psicólogo inglés Geofrey Beattie.
¿Cómo evitarlo?
La pornografía retrata imágenes irreales sobre relaciones, haciendo que el sexo sea algo superficial, desprovisto de amor y respeto.
Vea algunos consejos para impedir que ese mal entre en la vida de sus hijos:
– Concientizarlos sobre el tipo de imagen que desean guardar para siempre en la memoria.
– Tener una conversación sincera y abierta sobre la influencia de la pornografía.
– Controlar el acceso a internet.
Sea accidentalmente o por curiosidad, los niños pueden, fácilmente, encontrar contenido sexual en sitios web. Procure configurar su red de internet para bloquear cualquier tipo de contenido impropio. Chequear el historial de los niños después de navegar, es una manera de descubrir a las páginas que están accediendo. No olvide verificar también las aplicaciones bajadas por ellos mismos en sus smartphones y tablets.
Si usted necesita ayuda para saber cómo lidiar con este y otros temas, participe en la Conferencia de la Transformación Total de Padres e Hijos, que se realiza todos los domingos, a las 18 h, en el Templo de Salomón.
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