¿Cuántas personas se rieron de usted hoy? ¿Cuántas lo miraron con desprecio o le dijeron indirectas? Antes de responder, reflexione: ¿Esas cosas sucedieron o sus ojos lo están engañando?
Existen personas que se sienten perseguidas aún cuando eso no es verdad. “Viven pensando sobre lo que los otros piensan de ellas, intentando descubrir si alguien está planeando un mal en su contra”, explica el obispo Julio de Freitas, responsable por la Universal en Europa. “Sea por una palabra dicha, una simple mirada o incluso un gesto insignificante, hay personas que construyen verdaderas películas en su mente y creen que son más reales que la propia realidad. Oyen voces que les dicen, diversas veces, que a determinada persona no le agrada o que están tramando algo para su mal. Y, con el tiempo, terminan creyendo en eso y se aíslan.”
Si usted cree que está viviendo esa situación, o conoce a alguien que lo está, aprenda 3 consejos especiales del obispo Julio:
1° No dé lugar a los espíritus malignos
La acción de los espíritus malignos, generalmente, no es clara y directa. La posesión, muchas veces, no sucede de forma inmediata, sino gradual. Ellos intentan cerrar el círculo alrededor de la persona, haciéndola perder oportunidades debido al miedo, llevándola a la clausura y a la soledad, motivadas por el aislamiento. Y así, segundo a segundo, minuto a minuto, día tras día, van trabajando en su mente, oprimiéndola, angustiándola, desequilibrando su interior y soplando inseguridades en su oído. Si la persona no busca ayuda, termina cayendo en un abismo del cual no logra salir.
2° Combata la baja autoestima
Tener la autoestima baja es como si usted estuviese dialogando con su “yo” interior y uno le dijese al otro:
-No vales nada. Nunca vas a lograrlo. Tu fe es tan débil para tu objetivo. No tienes la fuerza suficiente para luchar por tu hijo. Eres feo, nadie va a quererte. Eres gorda. Eres bajo. Eres demasiado alto. Tienes los pies tan feos…
Tener el autoestima baja es como bajar la guardia delante del enemigo y permitir que nos ataque, sin que ofrezcamos resistencia, siendo que ESE ENEMIGO SOMOS NOSOTROS MISMOS. Una persona con baja autoestima nunca será equilibrada y verdadera, especialmente con ella misma, y estará siempre a la espera de la aprobación de los otros en relación a todo lo que hace o pretende hacer.
3° Estimule su autoconfianza
Una persona sin autoconfianza es débil, tanto delante de los demás como delante de Dios y, especialmente, delante del mal. Aunque la persona sea el blanco de una persecución real, o sea, expuesta delante de todos, si ella tiene su autoconfianza elevada, es lo suficientemente fuerte para superar las controversias y los obstáculos. Delante de todos proyectará una imagen de fortaleza, de certeza, de capacidad y de valoración personal, y quien se opusiere a ella retrocederá, sea un enemigo carnal o espiritual.
¿Usted se ha sentido inferior? Acérquese a una Universal cercana a su casa y sepa cuál es su verdadero valor. Vea las direcciones ingresando aquí.
(*) Colaboró obispo Julio de Freitas
[related_posts limit=”10″]