Si el dinero parece no alcanzar, ¿qué mejor que poner orden para hacerlo llegar a fin de mes? Sepa cómo hacerlo siguiendo estos cinco pasos.
1.- Planee. Analizar todos los gastos es el primer escalón hacia la libertad. Más allá de evitar la duda de saber si puede llegar, o no, a fin de mes, pasará a controlar su dinero en vez de dejar que él lo domine a usted. Para organizarse mejor, guarde todos los comprobantes de gastos y organice sus ingresos en una planilla.
2.- Sáquese las deudas de encima. Si está endeudado, busque pagar cuanto antes. No huya de los llamados de los acreedores, escuche las propuestas de negociación. Si no puede pagar todo de una vez, refinancie su deuda con cuotas que pueda pagar.
3.- Vacaciones para la tarjeta de crédito. Sáquela de la billetera y vaya de compras con lo que tiene. De esa forma no gastará más de lo que planeó.
4.- Vida simple. Revise lo que es esencial y superfluo en su día a día. Comience cortando pequeños gastos que parecen no pesar en el presupuesto. Si los suma, verá cuánto gastaba en ellos todos los meses.
5.- Ahorre. Encare al ahorro como un gasto mensual. Lo ideal es ahorrar, al menos, un 15 por ciento de su ingreso. Aunque eso no sea posible hoy, no espere tener mucho para empezar a ahorrar. Aunque parezca poco, separe lo que pueda y vaya aumentando la cantidad mes a mes.
Consejo extra: Haga una sociedad con Dios. Si el dinero es su problema, sepa que Él es el dueño de todo oro y plata. ¿A quién no le gustaría tener un socio así? Para saber cómo establecer esta sociedad, participe este lunes a las 16 o 20 del Congreso para el Progreso, en Av. Corrientes 4070.
Ellas perseveraron y conquistaron
Silvia: “Conocí el Congreso para el Progreso como se dice normalmente, ‘con una mano atrás y otra adelante’. Estábamos mal, nos colábamos en el tren para venir porque no teníamos condiciones ni para sacar boleto. Perseverando y haciendo caso a lo que nos enseñaban pudimos abrir nuestra empresa. Estamos trabajando, bendecidos por Dios, nuestra vida cambió por completo”.
Delia: “Llegué al Congreso para el Progreso en la más absoluta miseria. No tenía qué comer. Conocí la reunión, empecé a perseverar y a poner en práctica lo que me enseñaban, logré ejercer mi profesión, de a poco pude pagar mis deudas, de unos 100 mil pesos, hoy abrí mi negocio junto a mi hija. Ya no paso necesidades y puedo disfrutar de la vida gracias a Dios”.
Congreso para el progreso, todos los lunes a las 8, 10, 16 y especialmente a las 20 h en Av. Corrientes 4070, Almagro.
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