Para poder existir, una página web necesita tres ingredientes. Si bien hay muchos más factores que intervienen por detrás, vamos a quedarnos solo con estos tres.
El primero es adquirir un dominio. El dominio es el nombre de nuestra página web, los más conocidos son .com.ar, .com, .info, .net, por citar algunos.
En la Argentina la entidad que regula el registro de nombres es www.nic.ar, y es en esa web donde deberá registrarse. El registro en sí es gratuito, lo que se paga es la asignación del dominio .com.ar, cosa que tiene un costo de 160 pesos.
Si está iniciando su empresa, busque un nombre que sea fácil de recordar. Un buen ejercicio es buscar a alguien de confianza, decirle el nombre y preguntarle si lo recuerda fácilmente y si lo puede escribir. Si sus respuestas son afirmativas, va por buen camino. Recuerde que su marca compite por un espacio en el que ya hay miles de marcas, por eso el nombre debe ser fácil de recordar.
El segundo es contratar un servicio de hosting. Para no entrar en tecnicismos y palabras muy complejas, el hosting es una computadora a la cual tienen acceso todos los visitantes en internet, es donde se va a “guardar” su sitio web. Si bien hay opciones gratuitas y pagas, es recomendable la opción paga.
Si el sitio fue hecho por algún programador, normalmente es el quien le ofrece el alojamiento. Si no lo hace o desea contratarlo usted mismo, busque en internet y verifique principalmente si las opiniones respecto al soporte son buenas. En Argentina hay servicios de hosting muy buenos y otros no tanto. Es recomendable gastar un poco más para evitar dolores de cabeza a futuro.
Finalmente, hay que apuntar su dominio a su cuenta de hosting. Hemos dicho que un hosting es una computadora pública accesible para los usuarios de internet. Si queremos ir a un determinado lugar solicitamos nombre de la calle y número. En internet no es muy distinto. El dominio es la calle y la dirección son los DNS. Con estos datos debemos dirigirnos a www.nic.ar e informar los DNS provistos por el proveedor de hosting. Este trámite es instantáneo pero para que los cambios se vean reflejados puede haber una demora de 24 a 48 horas.
Una vez que estos pasos estén cumplidos, tendremos nuestra dirección de internet propia, a la que podremos acceder desde cualquier dispositivo conectado a la red.
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