Miriam Brito se sumergió en lo profundo de los vicios, pero cuenta cómo pudo hacer para salvarse: “Desde chica tuve insomnio, veía cosas y no podía dormir de noche. A medida que fui creciendo, en la adolescencia fue peor. Comencé a salir de noche, quería escapar de los problemas.
En mi casa vivíamos peleando, con mis hermanas nos pegábamos, mi mamá me pegaba y yo también a ella. Siempre había peleas y discusiones, mi casa era un desastre. Creía que mi mamá no me quería por eso comencé a sentir bronca, odio y a tener muy baja autoestima.
Sentía que odiaba a mi mamá, quería que se muriera. Entonces, comencé a salir de noche para escapar de todos los problemas, empecé con los vicios, consumía cocaína, marihuana, alcohol, me involucré totalmente en los vicios porque quería escaparme del sufrimiento, y cada vez me hundía más. Consumía todo lo que había, salía y me involucraba con varias personas. Mi vida sentimental estaba destruida porque cuando me enamoraba de alguien esa persona me despreciaba, me sentía mal y entraba en depresión. Me encerraba, no quería ver a nadie y tenía intentos de suicidio, quería morir. Vivía tirada en los lugares adonde iba a bailar y mis amigos me rescataban siempre.
No me valoraba como mujer, ya no soportaba más, el peor momento fue cuando mi mamá me vio cuando me llevaron a mi casa bajo los efectos del alcohol y las drogas, ahí dije basta. Recuerdo que intentaba cortarme las venas, ahorcarme y tirarme debajo de un auto. Así era mi vida.
Mi mamá comenzó a ir a la Universal y me invitó, fui un día viernes y decidí hacer la cadena porque el primer día ya pude dormir. Dejé las drogas, el alcohol y todo lo malo. Vencí el odio y dejé de ser una persona violenta, además con mi familia pasamos a llevarnos muy bien. Gracias a Dios mi vida cambió y hoy soy feliz, me casé y prosperé”.
El tratamiento contra los vicios funciona
Franco: “Yo consumía marihuana, cocaína, pasta base, alcohol, peyote, de todo. Por los vicios perdí la confianza de mi familia, estaba deprimido, mi vida era un desastre.
Después de hacer el tratamiento de la Cura de los Vicios hubo un cambio total en mí. Ya no consumo nada, llevo un año y ocho meses sin sentir deseos de consumir. Estoy curado gracias a Dios”.
Si usted sufre por un vicio o tiene un familiar que no logra salir de una adicción, participe este domingo a las 15h en Av. Corrientes 4070, Almagro, y descubra que los vicios tienen cura.
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